¿Qué implica un análisis de falsificación?

En un análisis de falsificación, un experto examinará un documento o una obra de arte cuestionados para determinar si es genuino y proporcionará tanta información como sea posible para respaldar una decisión sobre la autenticidad del objeto en cuestión. Los casos judiciales pueden implicar un análisis de falsificación para respaldar o negar las reclamaciones que se hacen en el tribunal, y las galerías de arte y las casas de subastas también utilizan este proceso para verificar las cosas antes de ofrecerlas a la venta. Los servicios de un experto pueden resultar bastante costosos, especialmente cuando el área de especialización es muy misteriosa.

El primer paso en un análisis de falsificación es un examen minucioso del objeto cuestionado. El revisor puede solicitar que no se proporcione información para que se pueda tomar una decisión objetiva sobre la base de lo que se puede ver y, en otros casos, la persona puede solicitar información sobre las circunstancias en las que se encontró el objeto. El proceso puede incluir cosas como análisis químico de pinturas, tintas, papeles, etc., además de la inspección física y la evaluación con técnicas de imágenes como rayos X.

El analista también necesitará materiales para comparar. En el caso de un documento cuestionado, los documentos verificados con una procedencia conocida se pueden utilizar como base para la comparación. Para cuestiones de falsificación de arte, puede ser valioso tener otras obras del mismo artista, así como obras de diferentes artistas del mismo período para comparar los materiales utilizados. El material de comparación puede ser útil para declarar categóricamente algo como una falsificación en algunos casos, como por ejemplo, cuando la escritura a mano en dos documentos coincide claramente.

El análisis de falsificaciones también incluye considerar el contexto del objeto en discusión. Un documento que pretenda ser de 1820 elaborado con un bolígrafo, por ejemplo, despertará naturalmente sospechas. Del mismo modo, si un documento fue producido supuestamente por alguien con educación limitada y tiene una ortografía y gramática impecables, junto con una estructura de oraciones compleja. La gente puede buscar marcadores culturales e históricos para ver si algo es válido; una pintura que representa algo que alguien no podría haber visto en un momento dado de la historia, por ejemplo, podría declararse una falsificación o el experto podría determinar que ha sido alterada en algún momento de su historia.

Después de un análisis exhaustivo de la falsificación, el experto redactará un informe detallado, resumiendo los resultados y sus implicaciones. Es común ver una respuesta ponderada, en lugar de categórica; por ejemplo, alguien dirá que un documento «muy probablemente» parece genuino, en lugar de simplemente afirmar que parece genuino. Esto está diseñado para permitir cierto margen de error en caso de futuros descubrimientos que puedan arrojar una luz diferente sobre la procedencia del objeto.