Un hisopo nasofaríngeo es una herramienta de recolección de muestras que se usa para tomar muestras de células en la nasofaringe, la región superior de la garganta. Si un paciente tiene lo que parece ser una infección de las vías respiratorias superiores, el médico puede usar un hisopo para recolectar una muestra para analizar, especialmente si el paciente también tiene fiebre. En un laboratorio, los técnicos pueden buscar agentes infecciosos comunes, incluidos patógenos potenciales como la gripe porcina. Esta prueba puede ser incómoda para los pacientes, pero permite la identificación rápida de enfermedades respiratorias graves, especialmente afecciones que pueden requerir precauciones de aislamiento o infecciones para proteger a otros pacientes.
El hisopo consiste en una esponja de poliéster en el extremo de una sonda de plástico flexible. El algodón y otros materiales naturales no se pueden usar en un hisopo nasofaríngeo porque pueden contener impurezas que podrían interferir con la prueba. Por lo general, viene en un paquete sellado que el proveedor de atención puede colocar junto al paciente junto con un recipiente de muestra que incluye un medio diseñado para mantener vivas las células y los microorganismos para su evaluación.
Por lo general, se usan guantes y protección facial para la recolección de hisopos nasofaríngeos. Proteger la cara es una precaución en caso de que el paciente tenga una enfermedad respiratoria infecciosa. Para recolectar la muestra, el hisopo se inserta suavemente en la nariz, empujando hacia atrás para llegar a la nasofaringe. Esto suele ser incómodo y los pacientes pueden sacudirse o alejarse; por esta razón, a veces se les pide que se sienten con la cabeza contra una pared o una almohada para reprimir esta reacción.
Una vez que el hisopo nasofaríngeo está completamente dentro, el médico puede girarlo brevemente para recolectar una mezcla de células, retirarlo y colocarlo en el recipiente de recolección de muestras. Esto debe enviarse a un laboratorio para su análisis de inmediato. Si espera o no se almacena en condiciones frías, existe el riesgo de matar los organismos que podrían estar presentes en la muestra, lo que podría dar como resultado un resultado falso negativo de la prueba. Los pacientes pueden esperar resultados en diferentes períodos de tiempo, dependiendo de cuántas muestras tenga que procesar el laboratorio.
Las pruebas pueden buscar una variedad de organismos comunes. En una región donde está ocurriendo un brote de enfermedad infecciosa, el hisopo nasofaríngeo puede marcarse para detectar un organismo como la gripe porcina. Los resultados de la prueba se pueden utilizar para dirigir el tratamiento del paciente. También pueden ayudar a los epidemiólogos a rastrear el movimiento de la enfermedad a través de una comunidad, lo que puede ser valioso para controlar los brotes.