Las frecuencias normales del pulso varían entre personas de diferentes edades y con diferentes condiciones de salud. Las frecuencias de pulso altas generalmente incluyen un pulso fuerte y rápido y pueden incluir taquicardia, un ritmo cardíaco anormalmente rápido. Las causas más comunes de frecuencia cardíaca alta pueden incluir ejercicio intenso y ansiedad, así como afecciones médicas como embarazo, tiroides hiperactiva y fiebre.
El pulso es una medida de la cantidad de latidos cardíacos que experimenta una persona por minuto. Las frecuencias del pulso se toman comúnmente en la muñeca, aunque pueden tomarse en otras partes del cuerpo como el cuello, la sien o el tobillo. Las frecuencias normales del pulso varían entre las personas y, por lo general, deben ser evaluadas por un médico.
Las causas de un pulso alto asociado con una arritmia pueden incluir el abuso de drogas y otras sustancias como cafeína, anfetaminas y cocaína. Los fármacos betabloqueantes y los medicamentos psicotrópicos también pueden causar un pulso alto en algunos casos. Una sobrecarga de líquidos en el cuerpo puede provocar un pulso rápido debido a insuficiencia renal o insuficiencia cardíaca. Los trastornos de las válvulas cardíacas, como la insuficiencia de la válvula aórtica, pueden causar un pulso alto en algunas personas.
Los adultos y los niños mayores de diez años con un pulso normal suelen tener entre 60 y 100 latidos por minuto. Algunos atletas bien entrenados pueden desarrollar un pulso normal de 40 a 60 latidos por minuto. Los niños de uno a diez años tienden a tener un pulso de 70 a 120 latidos por minuto, mientras que los recién nacidos suelen tener un pulso normal de 100 a 160 latidos por minuto.
En algunos casos, es posible que se observe un pulso rápido o brusco en las arterias que se encuentran cerca de la superficie de la piel. La mayoría de los médicos realizan un examen médico completo para encontrar las causas de la frecuencia cardíaca alta en un paciente individual. Se pueden realizar pruebas como una radiografía de tórax, un ecocardiograma o un electrocardiograma (EKG), así como análisis de sangre, para ayudar al médico a identificar cualquier afección médica subyacente. En muchos casos, el tratamiento exitoso de una causa subyacente de un pulso alto puede hacer que el pulso de un paciente vuelva a la normalidad.
Algunos pacientes con pulso rápido pueden tener una arritmia conocida como taquicardia. Los signos de una arritmia pueden ser leves o graves y pueden incluir palpitaciones del corazón, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Pueden ocurrir mareos, aturdimiento y desmayos con una arritmia cardíaca. En algunos casos, el corazón de un paciente puede saltar latidos y puede alterar el patrón medido en su pulso. La palidez y la sudoración también pueden ocurrir con algunas arritmias.