¿Qué hace un almacenista?

Un almacenista supervisa numerosas facetas de la gestión de una tienda minorista. La naturaleza exacta de sus deberes depende del tamaño y tipo de tienda en la que trabaja. En el caso de un negocio independiente, como una panadería o una librería, a menudo realiza una amplia gama de tareas administrativas, incluida la gestión del personal, la contabilidad, la producción y el desarrollo de mercancías, el mantenimiento del sitio y la promoción. Cuando la tienda es parte de una franquicia o una empresa corporativa más grande, entonces ella solo puede ser responsable de algunas de estas tareas.

La gestión del personal, a menudo una función central del trabajo del almacenista, abarca una serie de funciones. Ella puede contratar y capacitar personal nuevo. En muchos casos, también supervisará el trabajo de su personal, creará horarios, delegará tareas y se asegurará de que cada empleado se desempeñe eficientemente. Además, puede manejar conflictos en el lugar de trabajo, administrar medidas disciplinarias e incluso despedir al personal cuando sea necesario.

La contabilidad, o atender las cuentas de una empresa, es otro elemento común y multifacético del trabajo del almacenista. Esto puede incluir la nómina, el análisis y el registro de las ganancias diarias y los costos operativos, y las proyecciones presupuestarias. Además, debe asegurarse de que su negocio cumpla con todas las regulaciones fiscales aplicables.

El almacenista también debe supervisar las necesidades de mercancías de su negocio. Si el negocio produce su propia mercancía, como en una panadería, por ejemplo, debe monitorear constantemente la calidad del producto y asegurarse de que el espacio de producción esté abastecido con los suministros o ingredientes adecuados. En caso de que venda los productos de otros, como en una librería, debe desarrollar relaciones con los vendedores, realizar un seguimiento del inventario y realizar pedidos de nuevas mercancías cuando sea necesario. Además, puede ser responsable de fijar precios y desarrollar nuevos productos o de introducir nuevas líneas de mercancías en su tienda.

A menudo, el almacenista también es responsable de mantener físicamente su tienda. Para maximizar su negocio, debe asegurarse de que su tienda y su interior estén limpios y que la mercancía esté bien surtida y organizada de manera atractiva. Si su negocio produce mercancías comestibles, debe asegurarse de que el edificio y los empleados cumplan con todos los requisitos del código de salud.

Por último, el almacenista a menudo atiende las necesidades promocionales de su negocio. Puede implementar ventas, ofertas especiales o esquemas de fidelización de clientes. Además, puede diseñar y colocar anuncios en los medios de comunicación locales para dar a conocer la presencia de su negocio, o puede contratar a un anunciante profesional para que realice esta función en su nombre.

En muchos casos, la tienda de un almacenista es parte de una empresa corporativa más grande, como una cadena de ropa o café. Con una tienda de propiedad corporativa, las necesidades comerciales como la nómina y el marketing a menudo se realizan fuera del sitio. Por lo tanto, un comerciante en este tipo de tienda solo puede realizar tareas limitadas, como la gestión del personal y la disposición de la mercancía.