Las células de Purkinje y el cerebelo comparten una existencia mutua. Estas neuronas grandes residen en el cerebelo, donde ayudan a regular el movimiento motor. Hay grandes cantidades de dendritas dispuestas en una estructura en forma de árbol que se encuentra en las células de Purkinje. Las dendritas reciben información de otras neuronas e indican a la célula si debe transmitir un mensaje a otras neuronas o no.
El cerebelo está organizado en múltiples niveles, con células de Purkinje ubicadas en el nivel más profundo. Estas células especializadas reciben información de todos los demás niveles e integran información del resto del cerebelo. Las células de Purkinje son la única fuente de salida del cerebelo. Existe una conexión importante entre las células de Purkinje y el cerebelo, ya que estas células permiten que esta área envíe mensajes al resto del cerebro.
Además de coordinar la información del cerebelo, las células de Purkinje también reciben señales de otras áreas del cerebro y la médula espinal. Se cree que estas señales contienen información sensorial y señales de planificación motora que podrían influir en el movimiento motor. La mayoría de estas señales son excitadoras, lo que significa que alientan a la célula receptora a transmitir su propia señal. Sin embargo, las células de Purkinje transmiten señales inhibitorias, que podrían dar una pista sobre su papel.
La forma exacta en que las células de Purkinje y el cerebelo funcionan juntas aún no se comprende completamente. El cerebelo puede utilizar estas células como una especie de intérprete. Las células de Purkinje reciben una entrada excitadora directa e indirecta desde el tronco encefálico, la médula espinal y la médula, pero tienen salida inhibitoria. Este hecho ha llevado a los investigadores a teorizar que las células de Purkinje organizan este gran volumen de información y la integran. Eliminan el ruido de fondo y envían mensajes comprensibles que contienen solo contenido esencial al resto del cerebro.
Se pueden encontrar pistas sobre la relación entre las células de Purkinje y el cerebelo estudiando enfermedades que afectan a estas células. La abiotrofia cerebelosa es una enfermedad que mata las células de Purkinje en el momento del nacimiento. Los animales con esta enfermedad muestran una falta de conciencia de la posición de sus extremidades al caminar, movimientos descoordinados, temblores, problemas para evaluar la distancia y marcha anormal al caminar.
Algunas enfermedades observadas en humanos, como la enfermedad de Niemann-Pick, pueden causar síntomas similares. Estos síntomas particulares apuntan a que las células de Purkinje integran información relacionada con la orientación espacial del cuerpo, el control y la coordinación de los movimientos motores y las posiciones relativas de las partes del cuerpo. Por lo tanto, las células de Purkinje y el cerebelo trabajan juntas para recopilar volúmenes de información e instruir al cuerpo sobre cómo coordinar los movimientos en función de esta información.