Un inhibidor de la proteína de apoptosis, o IAP, es un tipo de proteína que puede detener la apoptosis o la muerte celular programada. La muerte celular programada es un proceso importante en el desarrollo, la defensa inmune y la protección contra el cáncer, pero debe regularse para prevenir la muerte celular incontrolada. Generalmente, un inhibidor de la apoptosis funcionará inhibiendo las caspasas, proteínas que son necesarias para el inicio de la apoptosis. También regulan algunos factores de transcripción que son importantes para la síntesis de diversas proteínas que conducen a la apoptosis. Se cree que los inhibidores de la apoptosis pueden estar relacionados con la formación de tumores porque una de las características de muchas células cancerosas es la incapacidad de sufrir apoptosis.
Las caspasas son las proteínas primarias involucradas en el inicio de la apoptosis, por lo que, naturalmente, son los objetivos principales de casi todos los inhibidores de la apoptosis. Las diferentes caspasas funcionan de diferentes maneras; Las caspasas iniciadoras son necesarias para activar las caspasas efectoras, que actúan sobre varios sustratos para inhibir realmente la apoptosis. Un inhibidor de la apoptosis puede interferir en cualquier etapa de este proceso, deteniendo así el proceso de muerte celular programada. Aunque hay muchos tipos de IAP, sus estructuras son muy similares y funcionan a través de mecanismos muy similares.
También hay proteínas reguladoras que existen con el propósito de regular los inhibidores de la apoptosis. El segundo activador derivado de mitocondrias de la caspasa, o SMAC, por ejemplo, se une a un inhibidor de la proteína de la apoptosis para aumentar la actividad de la caspasa, promoviendo así la apoptosis. Los mecanismos complejos y superpuestos de la regulación de la apoptosis son necesarios porque la apoptosis no regulada o completamente inhibida puede ser muy perjudicial para la salud de un organismo. Es importante asegurarse de que las células beneficiosas y saludables no se destruyan innecesariamente y que las células perjudiciales o innecesarias se eliminen antes de que se puedan sentir sus efectos completos. Por esta razón, también es importante que los propios factores reguladores estén sujetos a regulación, ya que son los determinantes principales de la apoptosis.
Es posible que un inhibidor de la apoptosis pueda desempeñar un papel en el cáncer porque las células cancerosas no sufren apoptosis como deberían hacerlo las células dañadas o mutadas. Gran parte de la evidencia de esta teoría proviene de un inhibidor de la proteína de apoptosis llamada survivina, que es altamente prevalente en casi todos los tumores humanos. Se ha demostrado que la inhibición de este inhibidor de la apoptosis conduce a una reducción del tamaño de algunos tumores, ya que su ausencia abre el camino a la apoptosis para que las células cancerosas puedan sufrir la muerte celular programada.