El cerebro humano contiene miles de millones de células cerebrales llamadas neuronas. Entre estas neuronas hay sinapsis y muchos tipos de neurotransmisores responsables de enviar mensajes químicos al cuerpo. El número exacto es tema de debate, pero muchos neurocientíficos estiman que hay miles de neurotransmisores, cada uno con su propio papel en cómo las personas reciben y responden las señales del cerebro. Los neurotransmisores se dividen en tres categorías principales: neurotransmisores de aminas biogénicas, neurotransmisores de péptidos y neurotransmisores de aminoácidos.
Las aminas biogénicas son algunos de los tipos de neurotransmisores excitadores más estudiados. Son abundantes en la mayoría de las personas y son responsables de elevar el estado de ánimo y hacer que las personas se sientan bien en general. Algunos ejemplos de aminas biogénicas importantes incluyen dopamina, noradrenalina y serotonina, que crean sensaciones agradables como euforia natural, control del dolor y excitación sexual. Las personas con deficiencias de este tipo de neurotransmisores generalmente sufren de falta de energía e irritabilidad, o más gravemente, depresión, estrés y varios niveles de ansiedad. Si el cuerpo no puede producir una cantidad suficiente de aminas biogénicas, agregar glutamina a la dieta o un régimen vitamínico puede ayudar a aumentar la producción natural del cerebro.
La neurociencia le da mucha importancia a cantidades suficientes de aminoácidos. Normalmente, el cuerpo humano tiene un suministro abundante de este tipo de neurotransmisores, que son elementos cruciales de la proteína que los humanos necesitan para sobrevivir. El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un tipo inhibitorio de neurotransmisores que se encuentra en todo el sistema nervioso central. Sus características inhibitorias ayudan a bloquear las señales cerebrales potencialmente traumáticas al tiempo que aumentan los sentimientos de relajación, calma y control centrado. Por el contrario, el aminoácido glutamato es un neurotransmisor excitador que juega un papel en la memoria y el aprendizaje, y puede ser peligroso si el cuerpo acumula un suministro inusualmente grande.
Al igual que otros neurotransmisores, los péptidos ayudan a crear sentimientos de bienestar en la mente y el cuerpo. También están asociados con la regulación general del estado de ánimo y el control del apetito. Los neurotransmisores peptídicos incluyen químicos complejos como hormonas, endorfinas y muchos más. La sustancia P es un neurotransmisor peptídico inhibidor que modifica la forma en que el cuerpo percibe el dolor. Además, algunos péptidos también son opioides, produciendo efectos eufóricos similares a los experimentados por los usuarios de heroína y con la misma propensión a la adicción.
También hay muchos otros tipos menores de neurotransmisores. Si bien estos desempeñan un papel en la fisiología humana, los neurocientíficos los consideran de menor importancia en comparación con las categorías principales. Dos ejemplos incluyen un compuesto de molécula pequeña llamado acetilcolina y anandamida, un neurotransmisor cannabinoide endógeno que produce efectos similares a la marihuana.