El estradiol y la hormona estimulante del folículo (FSH) están conectados porque ambas son hormonas que controlan el sistema reproductivo. La FSH y el estradiol se encuentran tanto en hombres como en mujeres. Mientras que la glándula pituitaria produce FSH, el estradiol es secretado por los ovarios en las mujeres y los testículos en los hombres. Los médicos pueden medir los niveles de FSH y estradiol en la sangre para investigar problemas de fertilidad en ambos sexos.
Los niveles sanguíneos de FSH y estradiol se pueden evaluar cuando los médicos investigan la causa de los períodos menstruales irregulares en las mujeres. La FSH a menudo se prueba junto con otra hormona conocida como hormona luteinizante (LH). La LH y la FSH están formadas por células llamadas gonadótrofos, que se encuentran dentro de la glándula pituitaria.
En las mujeres, la FSH actúa sobre los ovarios provocando la maduración de los folículos, o recipientes de óvulos. La LH estimula la liberación de óvulos de los folículos maduros. Una vez que se liberan los óvulos, algunas células en los folículos producen estradiol.
El cerebro detecta altos niveles de estradiol en la sangre y esto causa una reducción de la producción de LH y FSH. De esta manera, la FSH y el estradiol participan en un sistema regulador conocido como circuito de retroalimentación negativa, que funciona de manera similar a un termostato de calefacción. Este sistema permite al cuerpo adaptarse a situaciones cambiantes y regular los niveles hormonales en consecuencia. El estradiol es una de las hormonas utilizadas en las píldoras anticonceptivas, ya que aumentar sus niveles en el cuerpo conduce a una reducción de la LH y la FSH. La reducción de FSH y LH significa que los ovarios no son estimulados para madurar y liberar óvulos, lo que impide que se produzca la concepción.
Debido al efecto de retroalimentación negativa, los niveles de FSH y estradiol normalmente no aumentan o disminuyen juntos. Se esperaría que la concentración alta de estradiol en la sangre suprima la producción de LH y FSH, mientras que los niveles bajos de estradiol se asociarían con el aumento de FSH y LH. Los niveles elevados de FSH y LH en niños pueden indicar una pubertad anormalmente temprana, que podría ser causada por un tumor en los ovarios o los testículos o un tumor en otro lugar que produce hormonas. Los médicos abordan el tratamiento de diferentes maneras según la causa del problema.
En adultos, los niveles altos de FSH y LH pueden indicar que los ovarios o los testículos no funcionan, lo que conduce a una disminución de la producción de estradiol y testosterona. Problemas como lesiones, daños por radiación, infección y otras enfermedades pueden causar la falla de los ovarios y los testículos. El tratamiento varía según la causa subyacente.