El sistema linfático y la inmunidad están intrincadamente unidos porque el sistema linfático es una parte importante del sistema inmunitario. El sistema inmune es un grupo de órganos y estructuras asociadas que ayudan a proteger el cuerpo de posibles intrusos. Estos intrusos vienen en forma de cuerpos extraños, más comúnmente conocidos como antígenos. El sistema inmune también protege contra virus y cualquier otra amenaza para la salud de un individuo. El sistema linfático y la inmunidad están correlacionados en estos procesos protectores.
Para comprender mejor la relación entre el sistema linfático y la inmunidad, es importante desarrollar una comprensión de cada sistema individualmente. El sistema linfático se puede descomponer en componentes. Las estructuras involucradas incluyen ganglios linfáticos y troncos. Cuando el líquido intersticial necesita regresar al corazón, debe pasar a través de estas estructuras. El sistema linfático actúa como un filtro antes de que el líquido finalmente regrese al corazón. Además, este sistema produce linfocitos.
Los linfocitos son la parte activa de los ganglios linfáticos, que actúan para defenderse de los microorganismos potencialmente peligrosos. Si estos organismos y cuerpos extraños se manifiestan en la sangre u otro fluido de una persona, finalmente circula a través de los ganglios linfáticos. Este es el punto en el que los linfocitos actúan para liberar al cuerpo de agentes nocivos antes de devolver el líquido filtrado al corazón para su circulación. Hay seis ubicaciones de nodos primarios distribuidos por todo el cuerpo de una manera que cubre la mayoría de las regiones de manera uniforme.
Después de que el líquido fluye a través de los nodos de filtración, se drena a los troncos linfáticos más grandes antes de encontrar uno de los dos conductos principales en su camino hacia las grandes venas que conducen al corazón. Esta secuencia de drenaje permite que el fluido adulterado potencialmente impuro de todas las regiones corporales llegue al sistema de circulación central de manera purificada.
La inmunidad es importante para mantener vivos a los humanos. Existe en este universo un número increíblemente alto de criaturas y organismos dañinos, todos enfocados en la supervivencia. Sus mecanismos de supervivencia a veces se dirigen a otros seres, como los humanos, en el proceso, y esto crea un ambiente peligroso del que los humanos necesitan protección. Afortunadamente, el cuerpo ha desarrollado varias formas de combatir ese daño potencial. El sistema linfático y la inmunidad trabajan juntos para lograr el nivel de seguridad necesario para maximizar las posibilidades de supervivencia de la especie humana.