Los agujeros del cráneo se refieren a varios agujeros, pasajes o canales en esta parte del sistema esquelético. El término «foramina» es la versión plural de «foramen», que es un término anatómico utilizado para aberturas que transportan o conectan diferentes tipos de arterias, venas y nervios en el cuerpo. Los que están en el cráneo no son diferentes, ya que son instrumentales en el almacenamiento de estos órganos.
La mayor parte de los agujeros del cráneo se pueden encontrar en el hueso esfenoides. Se llama así por su forma de cuña y ayuda a formar las órbitas donde se encuentran los ojos y las partes que lo acompañan. El canal óptico, la fisura orbitaria superior, el foramen rotundum, el foramen oval, el foramen espinoso y el foramen lacerum se pueden encontrar aquí. El foramen lacerum en forma de triángulo es particularmente notable por acomodar las arterias carótidas internas, que suministran sangre al cerebro.
Otros sitios importantes para los agujeros del cráneo incluyen los huesos frontal, etmoidal, temporal y occipital. El hueso frontal, que comprende la frente, tiene dos agujeros: el agujero supraorbital y el ciego del agujero, el último de los cuales está formado por la cresta del hueso frontal. El hueso etmoidal, que funciona como la barrera entre el cerebro y la cavidad nasal, tiene tres agujeros: los agujeros de la placa cribiforme, el agujero etmoidal anterior y el agujero etmoidal posterior.
A los lados y la parte posterior del cráneo se encuentra el hueso temporal, que contiene el meato auditivo interno para transportar los nervios a ciertas partes de las orejas. También ubicado en la parte posterior del cráneo, en la región inferior, se encuentra el hueso occipital. Esta parte del cráneo tiene el agujero magno, que alberga la parte inferior del tronco encefálico llamada médula oblonga.
Algunos agujeros del cráneo en realidad están formados por más de un tipo de hueso craneal. Por ejemplo, el maxilar, que tiene el agujero infraorbitario y el agujero incisivo y los canales, también es el sitio de los agujeros palatinos menores y la fisura orbitaria inferior, que comparte con el hueso palatino y el hueso esfenoides, respectivamente. Los agujeros palatinos menores sirven como el túnel de la arteria, las venas y los nervios palatinos menores. La fisura orbitaria inferior lleva una variedad de vasos y nervios que incluyen partes del ganglio pterigopalatino, una de las principales masas de tejido de la cabeza y el cuello. El hueso palatino, que forma el techo de la boca y separa las cavidades oral y nasal, tiene el agujero palatino mayor además de su contraparte menor antes mencionada.