Las glándulas parótidas son glándulas productoras de saliva ubicadas justo en frente de las orejas. Entregan saliva a la boca a través de conductos ubicados detrás de los dientes superiores. Estas glándulas son las glándulas salivales más grandes. Las otras glándulas salivales principales son las glándulas sublinguales y submandibulares, y estas glándulas se complementan con numerosas glándulas más pequeñas dentro de la boca.
Al igual que las otras glándulas salivales, las glándulas parótidas producen saliva, que ayuda a las personas a masticar y tragar. La falta de saliva puede causar sequedad en la boca, lo que se siente incómodo y dificulta la alimentación. La saliva también sirve como lubricante que puede ayudar a prevenir el daño a las membranas mucosas suaves de la boca, reduciendo el riesgo de lesiones dolorosas e infecciones. Cuando las glándulas salivales no funcionan correctamente, las personas tienden a notarlo.
Las personas que están interesadas en un poco de experimentación pueden estimular sus glándulas parótidas echándose jugo de limón o lima en la boca. El jugo agrio hará que las glándulas liberen una inundación de saliva, lo que indica que están funcionando correctamente. Los médicos a veces usan esta prueba para verificar la función de las glándulas salivales cuando sospechan que un paciente puede estar experimentando inflamación u obstrucción.
Una condición común que involucra las glándulas parótidas es la parotitis, una inflamación de las glándulas. Esta inflamación puede ser causada por varias cosas, incluidas las paperas, una enfermedad infantil que solía ser bastante común. Cuando las glándulas parótidas se inflaman, se hinchan, causando dolor facial y una distorsión distintiva de la cara alrededor de la mandíbula. Las glándulas también pueden ser bloqueadas por infecciones o calcificaciones, causando inflamación y dolor.
En algunos casos, pueden desarrollarse tumores en las glándulas parótidas. Estos tumores pueden ser benignos o cancerosos, pero generalmente se recomienda su extirpación, debido al dolor facial que puede ser causado por el crecimiento del tumor. Además, un nervio facial importante atraviesa estas glándulas, y un tumor podría ejercer presión sobre ese nervio y causar daños. La extirpación del tumor debe hacerse con cuidado debido a este nervio, ya que un deslizamiento del bisturí podría dañar o dañar severamente este nervio.
Otra condición que puede afectar a las glándulas parótidas es el síndrome de Sjogren, un trastorno autoinmune en el que el cuerpo comienza a atacar las glándulas que producen lágrimas y saliva. Las lágrimas y la saliva son secreciones muy importantes, y este síndrome puede causar complicaciones graves al paciente si no se aborda. Se pueden usar medicamentos y cirugía para controlar la afección.