La mielina actúa como una especie de manta conductora alrededor de los nervios, ayudando a los impulsos o mensajes nerviosos a viajar más rápido y con mayor eficacia. A menudo, el papel de la mielina es acelerar las comunicaciones de las células nerviosas desde el cerebro y la médula espinal, por ejemplo, a otras partes del cuerpo. En anatomía, la mielina se describe como una vaina o capa, y aísla los nervios para que los impulsos se puedan transmitir ininterrumpidamente para señalar las funciones del cuerpo, como el movimiento y el habla. Cuando la mielina está dañada o se está degenerando, se desarrollan enfermedades como la esclerosis múltiple y, a menudo, resultados de debilitamiento.
Mirar el papel de la mielina en el cuerpo es similar a inspeccionar un cable eléctrico o incluso una manguera de agua. Cuando la electricidad fluye a través de un cable intacto, el cable en sí ayuda a mover la energía a lo largo de su camino desde la fuente de energía al sitio que necesita electricidad, por ejemplo, un ventilador circulante. Los impulsos eléctricos van directamente de la fuente al objeto, pero si el cable está dañado, la electricidad se corta y la salida de energía se detiene o se debilita o se sobrecalienta y el ventilador no funcionará. Una manguera de agua funciona de manera similar, con una espita fuente y una abertura de manguera donde se rocía el agua. Las grietas en la manguera hacen que el agua salpique o pierda la dirección hacia afuera, por lo que no tiene una ruta directa para apagar la manguera como debería.
En términos muy simples, el papel de la mielina es mantener los impulsos nerviosos en curso hacia sus destinos en el cuerpo para que el cuerpo pueda funcionar. En cierto sentido, es como la capa externa de una manguera o un cordón, pero facilita los movimientos y las comunicaciones entre neuronas, células, nervios y sinapsis. Cuando la vaina aislada está dañada o deteriorada, el papel de la mielina se ve comprometido e incluso las funciones corporales más comunes, como hablar, caminar y completar un pensamiento, se degeneran y a veces fallan por completo. Los impulsos nerviosos no pueden dispararse y dispararse en su camino hacia los objetivos, sino que tartamudean y disminuyen.
Las enfermedades asociadas con la pérdida de mielina, o desmielinización, generalmente están en el grupo llamado neurodegenerativo porque afectan los procesos neurológicos. A menudo, el sistema nervioso central pierde su capacidad de comunicarse con el resto del cuerpo. Las leucodistrofias y la esclerosis múltiple son enfermedades hereditarias y adquiridas directamente conectadas con el papel de la mielina, que resultan en la pérdida del funcionamiento neurológico, muscular y a menudo de todo el cuerpo. La investigación científica y la experimentación médica en la reparación de mielina están en curso.