La cavidad intraperitoneal (IP) es un área dentro del abdomen completamente rodeada por el peritoneo, una membrana delgada y fuerte que proporciona soporte para los órganos abdominales. Algunas de las vísceras abdominales se encuentran dentro de esta envoltura. Otras estructuras, como los riñones y la vejiga, están en el exterior, pero pueden estar adyacentes al peritoneo. Anatómicamente, puede ser importante distinguir entre esta y otras áreas del abdomen para actividades como evaluación del paciente, cirugías e inyecciones.
Los órganos digestivos como el estómago y los intestinos se encuentran dentro de la cavidad intraperitoneal, junto con el hígado y el bazo. Se suministran con una rica variedad de vasos sanguíneos y el tejido conectivo los mantiene anclados en su lugar. Los órganos que incluyen la vejiga, los riñones y el tracto reproductivo se encuentran afuera. Anatómicamente, las estructuras como los riñones se conocen como retroperitoneales, ya que se encuentran detrás de la cavidad intraperitoneal.
Las lesiones en las vísceras abdominales pueden provocar fugas dentro de la cavidad intraperitoneal, lo que puede contribuir a la hinchazón, infección e inflamación. También es posible romper el tejido conectivo y crear un vínculo entre este espacio y el resto del abdomen. Los cánceres y las fístulas pueden atravesar el peritoneo e invadir los tejidos circundantes, lo que puede causar complicaciones graves para el paciente. Por ejemplo, los cánceres de vejiga pueden estallar a través de la membrana y hacia los intestinos.
En la cirugía, los procedimientos que involucran la cavidad intraperitoneal requieren que el cirujano trabaje a través de una capa adicional de tejido conectivo y protector, y deben tener cuidado al cerrar la herida para evitar lesiones al paciente. Las adherencias, bandas de tejido conectivo que se forman donde no pertenecen, son motivo de especial preocupación. Pueden interferir potencialmente con las vísceras abdominales y causar complicaciones después de la cirugía, por lo que es fundamental proceder con precaución para minimizar el tejido cicatricial y reducir los riesgos para el paciente. Se pueden recomendar imágenes médicas después de la cirugía para confirmar que el sitio de la incisión se está curando y para buscar problemas como acumulaciones de líquido que podrían no ser fácilmente evidentes en los exámenes externos.
La inyección intraperitoneal, o inyección IP, es un método de administración de medicamentos utilizado para algunos medicamentos. Con mayor frecuencia, se emplea con animales pequeños, particularmente aquellos utilizados en la investigación. La inyección IP puede proporcionar un método rápido de suministro de líquidos o medicamentos si el paciente no tiene vasos sanguíneos adecuados. También se usa en algunas formas de terapia contra el cáncer en humanos, donde la cavidad intraperitoneal se lava con medicamentos de quimioterapia para matar las células cancerosas y aumentar las posibilidades de supervivencia.