La gestión del desempeño corporativo, o CPM, es una práctica que implica evaluar el desempeño financiero y operativo de una empresa y poner en marcha procesos para mejorar las decisiones estratégicas tomadas por los gerentes y líderes de la organización. Por lo general, se lleva a cabo para ayudar a la empresa a alcanzar una determinada meta u objetivos. La forma en que se practica la gestión del desempeño corporativo puede variar según la compañía, pero generalmente incluye la introducción de herramientas que permiten a la gerencia establecer objetivos estratégicos, analizar el desempeño general de la compañía, administrar el desempeño y monitorear la precisión de los informes.
La calidad de las decisiones tomadas por los líderes de la organización puede tener un impacto significativo en los resultados de las operaciones. Por esta razón, el uso de la gestión del desempeño corporativo puede ser útil para facilitar una mejor toma de decisiones. La práctica a menudo puede mejorar la ejecución de la estrategia utilizada por la organización y proporcionar una base para medir y monitorear los resultados cuantitativos de la toma de decisiones estratégicas.
Las herramientas específicas de gestión del rendimiento corporativo utilizadas por cada organización variarán según las necesidades de la organización y el entorno externo en el que opera la organización; Las herramientas suelen estar impulsadas por una tecnología que permite una revisión analítica del rendimiento de la empresa. La gestión del rendimiento corporativo a menudo depende de recopilar y analizar cantidades significativas de datos relacionados con el rendimiento, por lo que hay muchos programas de software disponibles para este propósito específico. Es posible incorporar prácticas de gestión del rendimiento sin estas herramientas, pero generalmente es más difícil.
El uso de estrategias proactivas para monitorear y evaluar el desempeño organizacional es crítico para la capacidad de un proceso de gestión del desempeño para brindar a los gerentes y líderes apoyo para la toma de decisiones y el desarrollo estratégico. Las estrategias proactivas involucran elementos esenciales como el establecimiento de indicadores clave de rendimiento (KPI) en las operaciones. Los KPI suelen ser utilizados por la organización para monitorear áreas importantes de desempeño. Cuando se observan cambios en estos indicadores, los líderes pueden responder de manera proactiva antes de que ocurran problemas importantes para la organización. La supervisión y respuesta proactiva mejora el proceso de gestión del rendimiento y permite a los líderes lograr un control más estricto sobre las operaciones de la organización.
La capacidad de los líderes para implementar la gestión del desempeño corporativo en todos los departamentos de la organización también es relevante para el éxito de la práctica. La implementación multifuncional es necesaria para ayudar a garantizar que las unidades de negocio de la organización se centren en objetivos similares y utilicen métricas y medidas que sean relevantes para otros departamentos de la organización. La síntesis de actividades departamentales a través de la gestión del desempeño corporativo puede permitir a los ejecutivos evaluar de manera integral el desempeño de la organización al tiempo que estimula la transparencia y flexibilidad en las operaciones.
El uso integral y coherente de un proceso de gestión del rendimiento a menudo puede proporcionar numerosos beneficios para una organización, incluida la mejora de la precisión en la presentación de informes, la obtención de un mejor control de las operaciones y el aumento de la flexibilidad en la toma de decisiones. El proceso también puede aumentar la transparencia para un desarrollo organizacional más eficiente. El monitoreo y la presentación de informes de resultados en tiempo real también pueden brindar a los gerentes un mayor control sobre sus departamentos.
Al definir claramente los objetivos corporativos y el proceso mediante el cual se pueden alcanzar esos objetivos, la gestión del desempeño corporativo puede ayudar a guiar a una empresa. Sin embargo, el éxito de la organización requiere que los gerentes y líderes utilicen los datos capturados a través de las herramientas de gestión del rendimiento para el proceso y la mejora operativa. No realizar cambios o mejoras puede crear más desafíos para la organización y eliminar los beneficios que se pueden lograr.
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