Los emprendedores a menudo comienzan una carrera lanzando una pequeña empresa. En las economías principales y desarrolladas, las pequeñas empresas son un motor importante de la actividad económica. Posteriormente, el emprendimiento y el desarrollo económico van de la mano de muchas maneras. El desarrollo económico depende en cierta medida de los empresarios porque cualquier falta de desarrollo para las pequeñas empresas tiene el potencial de desacelerar una economía. Mientras tanto, los nuevos propietarios de negocios dependen de una economía en crecimiento y estable para proporcionar empleo y generar ventas.
Los gobiernos locales y nacionales dedican grandes sumas de dinero a la expansión de las pequeñas empresas en una región. Las agencias gubernamentales otorgan préstamos y, a veces, subvenciones a empresarios calificados y posiblemente a grupos minoritarios específicos, incluidas las mujeres. Esto se debe a la mayor conciencia que comparten los funcionarios del gobierno sobre el hecho de que el emprendimiento y el desarrollo económico están vinculados.
Es posible que se necesite un gobierno para preparar el escenario para nuevos negocios creando primero una comunidad que sea favorable para el comercio. Esto podría ser a través del desarrollo de infraestructura, además de cualquier incentivo financiero o motivación que se pueda proporcionar. Al hacer esto, los formuladores de políticas están haciendo posible que ocurra el emprendimiento y el desarrollo económico. Una vez que las condiciones estén maduras, los nuevos dueños de negocios pueden comenzar a contratar empleados, realizar negocios en un área y apoyar el desarrollo de una economía local o nacional.
Las corporaciones privadas también se involucran con el apoyo al emprendimiento y el desarrollo económico. Los grandes bancos de inversión mantienen divisiones de préstamos destinadas a satisfacer las necesidades financieras de los empresarios. Además de la financiación, las instituciones de crédito también pueden proporcionar cierto nivel de capacitación o apoyo a los nuevos propietarios de negocios para aumentar las posibilidades de éxito. El papel de los capitalistas de riesgo es proporcionar capital a las nuevas empresas a cambio de una parte de las ganancias eventuales. Como resultado de la financiación privada, los empresarios pueden desarrollar nuevas tecnologías y contribuir a la productividad, lo que puede beneficiar a las economías locales, nacionales o globales.
Los países desarrollados no son las únicas naciones en las que se necesita emprendimiento y desarrollo económico. En los países del tercer mundo donde la pobreza se ha apoderado de las comunidades, la extensión de pequeñas cantidades de fondos puede ayudar a los empresarios a comenzar nuevos negocios. Las ramificaciones de este proceso, una actividad conocida como microcrédito, son significativas. Facilitar nuevos negocios en las partes pobres del mundo no solo ayuda al emprendedor a explorar nuevas oportunidades, sino que también brinda a los ciudadanos afectados por la pobreza un mayor acceso a bienes y servicios. Posteriormente, una iniciativa empresarial inspira el desarrollo económico y crea mejores niveles de vida en toda la región.
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