También conocido como riesgo de insolvencia o riesgo de incumplimiento, el riesgo de quiebra es la posibilidad de que un deudor no pueda cumplir con sus obligaciones de deuda. Los prestamistas evalúan este tipo de riesgo como parte del proceso de considerar una solicitud de préstamo, una línea de crédito o cualquier otro tipo de asistencia financiera que implique el reembolso. Los prestamistas también utilizan un enfoque similar al evaluar las solicitudes de préstamos de las empresas, teniendo en cuenta todos los factores que se relacionan con la capacidad de la empresa para pagar ese préstamo dentro de los términos y condiciones señalados en el contrato de préstamo.
Junto con los préstamos y la extensión de las líneas de crédito, los inversores también considerarán de cerca el riesgo de quiebra al considerar la posibilidad de invertir en una empresa comercial. Por ejemplo, un inversionista ángel que está pensando en respaldar una nueva empresa comercial examinará de cerca la forma en que se estructura el negocio. Él o ella también considerará los antecedentes y la experiencia de los propietarios, y el potencial de éxito que demuestra el negocio, en función de los bienes o servicios que se ofrecerán a los consumidores. Si el inversionista ángel determina que existe un mercado sólido para esos productos, que la compañía tiene un modelo comercial bien planificado y realista, y que los propietarios tienen la experiencia y los antecedentes necesarios para el éxito, es probable que él o ella considere el nivel de riesgo aceptable y optar por invertir en la empresa.
Muchos de los mismos criterios que se utilizan para determinar un puntaje de crédito también entran en el cálculo del riesgo de quiebra. La relación entre la carga de la deuda y el ingreso es importante, ya que esta cifra es un fuerte indicador de la capacidad del deudor para pagar al prestamista de manera oportuna. Es probable que los deudores que tienen relativamente pocas obligaciones financieras, y que están pagando esas obligaciones a tiempo sin realizar pagos atrasados, sean considerados menos riesgosos. La demostración de fuertes habilidades de administración de dinero y la reputación de cumplir con todas las obligaciones contractuales también es una fuerte indicación de que el potencial del deudor para presentar una acción de bancarrota del Capítulo 11 o Capítulo 7 es remoto, suponiendo que no haya un cambio significativo en las circunstancias del deudor. .
Otra herramienta útil para evaluar el riesgo de quiebra asociado con un negocio establecido es considerar las calificaciones de bonos preparadas por agencias como Standard & Poor’s o Moody’s. Estas calificaciones se basan en un examen cuidadoso de la salud financiera general de una empresa y son especialmente útiles para los inversores. Si bien es útil, es importante darse cuenta de que confiar estrictamente en estas calificaciones puede o no proporcionar información adecuada para tomar una decisión final. Por esta razón, los prestamistas también deben considerar los datos disponibles de otras fuentes antes de decidir si el solicitante del préstamo representa un bajo riesgo de quiebra.
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