La pérdida pasiva se refiere a las pérdidas financieras en las que se incurre a través de transacciones comerciales que califican como actividad pasiva. En los países donde la pérdida pasiva se considera motivo de exenciones impositivas de algún tipo, normalmente existen reglas que definen el monto de la pérdida que se puede utilizar para compensar las ganancias o ganancias que se obtienen de otra actividad pasiva durante el mismo período impositivo. Muchos países también tienen regulaciones establecidas que determinan claramente qué se considera actividad pasiva y qué no.
En su mayor parte, los países que reconocen una pérdida pasiva como una desgravación fiscal legítima tienden a definir la actividad pasiva como cualquier tipo de generación de ingresos que no implique la participación directa del inversor. Por ejemplo, el salario o los salarios no se clasificarían como actividad pasiva, ya que el inversor participaría activamente en el proceso de obtener esas formas de ingresos. Sin embargo, un socio silencioso que invierte en un negocio pero no asume ningún control administrativo y no participa en la operación del negocio podría definir este tipo de actividad como pasiva.
Para reclamar una pérdida pasiva, es necesario establecer que la actividad que resultó en la pérdida fue de hecho pasiva. Solo las pérdidas resultantes de la actividad pasiva pueden ser reclamadas bajo las disposiciones de este tipo de reducción de impuestos; las pérdidas no se pueden usar para compensar las pérdidas que puedan haber tenido lugar como resultado de una participación activa o esfuerzos de ganancia. Esto significa que reclamar una pérdida pasiva solo es útil cuando hay algún tipo de ganancia o ganancia obtenida de otras actividades pasivas.
En los Estados Unidos, la Ley de Reforma Tributaria sirve como base para evaluar la cantidad de pérdida pasiva que se puede reclamar en un solo período impositivo. La ley también ayuda a definir el alcance de las actividades pasivas aceptables, al tiempo que identifica algunas formas de generación de ingresos que permanecerán sujetas a impuestos incluso cuando se reclame una pérdida pasiva.
Siempre que se incurre en una pérdida pasiva, es importante consultar las pautas gubernamentales actuales para determinar qué parte de la pérdida se puede reclamar durante un período fiscal determinado. En la mayoría de los casos, se aconseja a los inversores que busquen la orientación de un analista impositivo profesional para asegurarse de que la deducción se calcule adecuadamente y cumpla plenamente con las leyes aplicables.
Inteligente de activos.