¿Qué factores afectan los niveles de presión diastólica?

La presión diastólica, la fuerza en reposo de la sangre dentro de los vasos sanguíneos representada por el número inferior de una lectura de presión, puede subir o bajar dependiendo de varias cosas. Los cambios pueden ser rápidos y temporales, o el número puede aumentar o disminuir con el tiempo. Algunos factores que pueden afectar los niveles de presión diastólica a corto plazo incluyen el estrés, los cambios de postura y el ejercicio. Los factores que pueden hacer que cambie a largo plazo son los antecedentes familiares, la dieta y el estilo de vida, y la salud general de la persona. Un factor que tiene un impacto negativo significativo tanto a corto como a largo plazo es el tabaquismo.

Varias cosas pueden hacer que la presión diastólica cambie con bastante rapidez, por lo que tomar varias medidas puede ser la mejor manera de tener una idea real de su nivel en una persona en particular. Los niveles de presión normalmente cambian a lo largo del día, por lo general bajan por la noche y aumentan por la mañana. Alguien que siente altos niveles de estrés o ansiedad y está muy tenso puede encontrar que su presión diastólica es más alta de lo normal. Una persona que acaba de hacer ejercicio y luego se le mide la presión arterial puede encontrar que es diferente de lo normal. Incluso un cambio de postura, por ejemplo, pasar de estar acostado a estar de pie, puede hacer que cambie rápidamente.

Ciertos factores también pueden hacer que los niveles de presión diastólica suban o bajen de manera más permanente. Los antecedentes familiares suelen ser muy predictivos de los niveles de presión arterial, ya que las personas con parientes cercanos que tienen presión arterial alta o baja suelen tener niveles similares. El estilo de vida también puede jugar un papel importante; por ejemplo, aquellos que consumen una dieta poco saludable o tienen sobrepeso u obesidad pueden tender a tener niveles más altos, mientras que aquellos que hacen ejercicio con regularidad suelen tener niveles más bajos. La salud en general también puede influir, sobre todo si los pacientes tienen ciertos problemas como enfermedades cardíacas o necesitan tomar medicamentos que afectan la presión arterial.

Fumar es un comportamiento que puede tener mucho que ver con los niveles de presión diastólica, tanto a corto como a largo plazo. Inmediatamente después de fumar, la nicotina resultante en la sangre puede provocar un rápido aumento de la presión. A largo plazo, los fumadores también pueden tener un mayor riesgo de hipertensión arterial, con aumentos generales tanto en la presión diastólica como en la sistólica.