La Enmienda Hyde es una parte de la legislación de los Estados Unidos (EE. UU.) Que prohíbe la financiación federal para abortos. Como todas las políticas relacionadas con el aborto, esta enmienda es muy controvertida y está sujeta a frecuentes protestas. La Enmienda Hyde no es una ley en sí misma, sino que es una modificación de la legislación federal existente con respecto a la atención médica y los abortos.
En 1973, la Corte Suprema de Estados Unidos escuchó uno de los casos más volátiles de su historia. En el caso de Roe v. Wade, el tribunal determinó que las mujeres en los Estados Unidos tenían derecho al aborto y que las leyes estatales y federales que restringían el acceso a los abortos eran inconstitucionales. Este hallazgo sentó un precedente para las batallas contra el aborto en las próximas décadas y fue una gran victoria para los grupos a favor del aborto y los defensores de la salud de la mujer. Al mismo tiempo, Roe v. Wade también enfureció a muchos grupos pro-vida, particularmente cuando se trataba de cómo financiar los abortos.
En respuesta a Roe v. Wade, el congresista de Illinois Henry Hyde presentó una legislación que evitaría la financiación federal del aborto. La Enmienda Hyde se aprobó el 30 de septiembre de 1976. Según esta enmienda, no se podían utilizar fondos federales para pagar un aborto por ningún motivo. Esto significaba que los beneficiarios de Medicaid, los empleados del gobierno federal, los miembros del ejército y los prisioneros federales ya no podrían usar el seguro médico para abortar más. Estas personas se verían obligadas a pagar estos servicios de su bolsillo.
Una de las principales críticas dirigidas a la Enmienda Hyde fue que no permitía ningún financiamiento federal para el aborto por ningún motivo. Esto significaba que las mujeres que quedaban embarazadas como resultado de una violación o incesto aún tendrían que pagar los abortos de su bolsillo. También significaba que un embarazo que amenazaba la vida de la madre aún no podía cubrirse con fondos federales. El clamor fue tan grande que la Enmienda Hyde fue revisada en 1977 para hacer excepciones para este tipo de casos.
A los grupos pro-aborto les preocupaba que la Enmienda Hyde cortara el acceso al aborto para mujeres de bajos ingresos. En respuesta a esta preocupación, algunos estados instituyeron sus propias políticas o fuentes de financiamiento para ayudar a las mujeres de bajos ingresos a acceder a los servicios de aborto. Para el siglo XXI, aproximadamente un tercio de los estados tenían algún tipo de financiación estatal para compensar la falta de financiación federal para el aborto.
La Enmienda Hyde sirvió como un precedente legal importante para las personas de ambos lados del debate sobre el aborto. La ley del aborto requiere un equilibrio muy delicado de diferentes intereses, y muchas personas tienen opiniones muy firmes sobre la política del aborto. Si bien la Enmienda Hyde puede afectar las finanzas, a menudo se la ve como un compromiso en este tema volátil. Las personas que están a favor del aborto pueden mantener el acceso a estos procedimientos, mientras que las personas que están a favor de la vida están satisfechas de que el dinero de sus impuestos no se destina al aborto. De hecho, una extensión de la Enmienda Hyde continúa desempeñando un papel importante en la política de atención médica de EE. UU. En la primera parte del siglo XXI.