¿Qué son las políticas tribales?

El fenómeno de la política tribal en los Estados Unidos, aunque a menudo se considera un término que se relaciona solo con los nativos americanos, en realidad es un concepto que se aplica a varios grupos políticos dentro del país.

En sus raíces, la política tribal se trata de la identidad de un grupo dado que se basa en factores étnicos o culturales comunes que se cree que unen al grupo en una unidad política funcional. Si bien puede haber algún desacuerdo dentro del grupo, en última instancia, todos los interesados ​​se unen detrás de un propósito común, incluso si hay alguna diferencia de opinión sobre cómo expresar ese propósito común.

El concepto se basa en el modelo de las tribus indias y en la forma en que una tribu india sería gobernada por líderes tribales, incluso en el marco de una sociedad contenida, como en las reservas indígenas de hoy. El modelo continúa haciendo uso del proceso de toma de decisiones que se desarrolla entre aquellos en la reserva, qué poderes se otorgan a los consejos tribales centrales y cómo se mantiene el orden dentro del grupo.

Se ha observado que muchos grupos dentro de nuestra cultura más amplia emplean un modelo similar para funcionar como un subconjunto de nuestra sociedad. Por ejemplo, las personas de la misma religión pueden formar un grupo en el que se empleará la política tribal para dar dirección y un sentido común de propósito a personas de ideas afines. Surgirán individuos dentro del grupo que están facultados para hacer declaraciones que se considera que representan a todo el cuerpo. A su vez, el grupo establecerá mecanismos que permitan la confirmación de la ortodoxia entre todos los miembros del grupo, como una forma de asegurar que se mantenga el orden. Por supuesto, esto requerirá el empleo de habilidades para obtener el apoyo de la mayoría, así como también de talentos para mantener el apoyo una vez que se brinde. Por lo tanto, la política tribal entra en juego dentro de este subgrupo basado en la religión.

Otros factores además de la religión también pueden ser la base de la unidad tribal y, por lo tanto, emplear la política tribal para mantener el status quo. Las afiliaciones a partidos políticos pueden utilizarse como un medio para identificarse con un grupo determinado y pueden exigir una estricta adherencia a las reglas y códigos de conducta básicos, al igual que en el modelo de religión. El origen étnico también puede ser una base poderosa para la formación de una tribu, y la política proporciona la motivación para funcionar como un frente unificado.

Si bien la formación de grupos o tribus tiene muchas ventajas, como una comunicación clara y el establecimiento de tradiciones que se espera que se observen, la política tribal también puede tener un lado negativo. A veces, la política tribal puede funcionar bien para el subgrupo, pero actúa como una barrera entre los distintos subgrupos. Sin la capacidad de comunicarse y aprender unos de otros, un subgrupo continuará creciendo hacia adentro y eventualmente se estancará. El equilibrio ideal es cuando la política tribal puede permitir que personas de mentalidad o antecedentes similares tengan una voz unificada, pero no una que se escuche con exclusión de las voces de otras tribus. Cuando se escuchan las preocupaciones de todos, existe la oportunidad de la igualdad, incluso si sigue siendo un objetivo más que una realidad.