¿Cuáles son los riesgos potenciales de la radiación de mamografía?

Al sopesar los beneficios frente al riesgo de la radiación de la mamografía, los investigadores han descubierto que la radiación de dosis baja puede ser bastante dañina para las mujeres jóvenes que tienen una predisposición genética al cáncer de mama. Para estas mujeres, los expertos recomiendan que se evite la radiación de la mamografía y que se utilicen métodos alternativos de detección del cáncer. Sin embargo, en mujeres de todas las edades, los riesgos de las radiografías repetidas también pueden hacer que se desarrolle cáncer en el tejido mamario, y algunos expertos creen que también puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas. Para la mayoría de las mujeres, los expertos coinciden en que una mamografía periódica es un procedimiento seguro con riesgos muy bajos.

La radiación de la mamografía puede causar daños irreversibles a células de ADN específicas, como las células del tejido mamario identificadas como células BRCA1 Y BRCA2. Estas células mutadas no se recuperan del daño por radiación y, por lo tanto, colocan a las mujeres con estas mutaciones en un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los médicos creen que las mujeres con estas mutaciones en las células mamarias que tienen 25 años o menos se benefician más al intentar detectar el cáncer a través de procedimientos de resonancia magnética (MRI) o ultrasonido sin radiación.

Algunos expertos informan que la cantidad de exposición a la radiación de la mamografía es muy baja. Otros, sin embargo, sostienen que los niveles de radiación de las mamografías superan la cantidad de radiación recibida a través de una radiografía de tórax de rutina hasta 150 veces. Con cada seno recibiendo un mínimo de dos radiografías, un total de cuatro radiografías son comunes en la mayoría de los exámenes de mamografía. Los médicos preocupados por estas cantidades sostienen que no existe un nivel seguro de radiación y que incluso las dosis más bajas presentan la posibilidad de mutaciones genéticas, que pueden resultar en el desarrollo de células cancerosas.

Además del desarrollo del cáncer de mama, algunos expertos sostienen que la exposición a la radiación también puede contribuir al desarrollo de cáncer en otras partes del cuerpo, así como al desarrollo de enfermedades cardíacas. Esto es de especial preocupación para las pacientes de mamografía que también se han sometido recientemente a radiografías para otros exámenes, incluidos exámenes dentales y exámenes de tórax. Para estas personas, la radiación de la mamografía solo aumenta los niveles de exposición general y puede causar un daño celular irreparable.

Los expertos aconsejan a las mujeres que hablen con sus médicos sobre los encuentros recientes con la radiación antes de aceptar la exposición a la radiación de la mamografía. Hacerlo puede minimizar los riesgos de daño celular. Si bien la radiación de la mamografía presenta un riesgo grave de cáncer para las mujeres jóvenes con antecedentes genéticos de cáncer de mama, la mayoría de las investigaciones concluyen que el riesgo para las mujeres sanas mayores de 35 o 40 años es mínimo, aunque la posibilidad de daño celular siempre acompaña a la exposición a la radiación, incluso si en niveles minúsculos.