¿Cuáles son los diferentes tipos de daño de la corteza frontal?

Hay muchas afecciones que pueden causar daño en la corteza frontal. Estas condiciones van desde trastornos neurológicos hasta eventos traumáticos. Teniendo en cuenta la gravedad del evento, la capacidad cognitiva y la personalidad de una persona pueden cambiar. Los tratamientos que incluyen medicamentos, terapia y cirugía pueden mejorar los síntomas del daño de la corteza frontal.
La epilepsia del lóbulo frontal es una afección que puede causar daño en la corteza frontal. Este trastorno puede tener una causa genética o ambiental, como un traumatismo craneal. Dado que las convulsiones del lóbulo frontal afectan una gran área del cerebro, incluida la corteza motora, los síntomas pueden incluir cualquier cantidad de movimientos o temblores no naturales. Las convulsiones comienzan y terminan inesperadamente, y la incapacidad de saber cuándo ocurrirá una convulsión puede provocar accidentes que pueden causar daño físico al paciente. La calidad de vida de un paciente se ve gravemente afectada porque la capacidad de aprender disminuye.

Las conmociones cerebrales ocurren a través de un impacto físico, como una lesión deportiva o un accidente automovilístico. Durante una conmoción cerebral, la fuerza del impacto hace que el lóbulo frontal y otras partes del cerebro golpeen el interior del cráneo. Un impacto menor puede resultar en confusión y amnesia temporal. Sin embargo, si el daño es más severo, pueden producirse efectos permanentes, como cambios en la personalidad, olvidos y dificultad para aprender nueva información.

La afasia expresiva es una condición que puede desarrollarse a partir de cualquier forma de daño en la corteza frontal. Si una parte de la corteza frontal conocida como área de Broca se daña durante una conmoción cerebral, convulsión u otro evento, una persona pierde su capacidad para expresar el lenguaje escrito o hablado a pesar de la capacidad continua de comprender todas las formas del lenguaje. La gravedad del daño determina la cantidad de regeneración de la capacidad del habla y la escritura, y la mayor parte de la mejora se observa dentro de un año después de la lesión.

El diagnóstico de daño en la corteza frontal requiere un examen físico, una tomografía computarizada y / o una resonancia magnética. Un examen físico determina cualquier daño afectivo que haya tenido sobre el control motor o la función cognitiva. El escaneo del cerebro muestra claramente qué áreas del cerebro están afectadas y quizás la causa subyacente, como un tumor cerebral. Estas y otras pruebas diagnostican la afección y ofrecen a los pacientes un pronóstico de recuperación que puede incluir opciones de tratamiento.

A pesar de los avances en la ciencia médica, el tratamiento del daño del lóbulo frontal rara vez permite una recuperación completa. Aunque los procedimientos quirúrgicos y / o la medicación pueden reducir, si no eliminar, las convulsiones, es posible que un paciente tenga que vivir con los efectos de las convulsiones en la memoria y la cognición por el resto de su vida. Lo mismo ocurre con las personas que se recuperan de una conmoción cerebral; aunque la confusión inicial puede desaparecer, las dificultades cognitivas pueden persistir. Para aquellos que experimentan afasia expresiva, la terapia del habla ha demostrado cierto éxito para ayudar a las personas a expresarse mejor.