Un tenáculo es un instrumento quirúrgico que se utiliza para sujetar y sujetar tejidos. El tenáculo es una forma de pinza de bloqueo, diseñada para mantenerse en su lugar una vez que se ha bloqueado, y se puede usar para mantener firmes los tejidos para procedimientos quirúrgicos, para mantener los tejidos fuera del camino o para agarrar tejidos con el propósito de manipulándolos. Muchas empresas que fabrican instrumentos quirúrgicos producen pinzas de tenáculo en una variedad de estilos para diversos usos.
Este instrumento quirúrgico data de al menos el siglo XVII, y el nombre del instrumento proviene de una raíz latina que significa «sostener», la misma raíz involucrada en palabras como «tenaz». El tenáculo consta de asas largas y estrechas unidas a ganchos. Los ganchos se pueden anclar en el tejido que se está examinando, y el proveedor médico puede bloquear los mangos una vez que se haya obtenido la posición deseada.
Uno de los usos más comunes del tenáculo es en procedimientos en los que es necesario estabilizar el cuello uterino para poder ver o realizar un procedimiento. Un tenáculo cervical puede estar hecho de plástico, diseñado para ser de un solo uso para un solo paciente, o de acero inoxidable, en cuyo caso puede esterilizarse y reutilizarse. Las pinzas de tenáculo también se utilizan en otros tipos de procedimientos quirúrgicos.
Al igual que otros instrumentos quirúrgicos, el tenáculo puede parecer ligeramente bárbaro en acción, pero el paciente no lo sentirá cuando se coloque mientras esté bajo anestesia general. En los casos en los que la paciente está despierta, como en ciertos procedimientos ginecológicos, se pueden inyectar anestésicos locales para que la paciente no sienta la colocación y extracción del instrumento. El paciente también suele recibir un medicamento que promueve la relajación para que se sienta más cómodo durante el procedimiento.
Aprender a utilizar los instrumentos quirúrgicos de forma adecuada lleva tiempo. Durante el curso de la formación quirúrgica, los médicos aprenden sobre los diferentes instrumentos a su disposición, los usos recomendados para varios instrumentos y las técnicas que deben utilizarse para manipularlos. Aunque los pacientes no pueden sentir los instrumentos durante la cirugía, una mala elección o uso de los mismos puede complicar las cosas al paciente al causar inadvertidamente daño a los tejidos, lo que puede aumentar el tiempo de curación o aumentar el riesgo de infección. Los cirujanos también tienden a desarrollar su propia técnica instrumental a lo largo de su carrera, desarrollando diversos trucos y métodos que facilitan su trabajo en el quirófano.