¿Cuáles son los diferentes tipos de atrofia?

La atrofia, una reducción de tamaño que afecta la función de los tejidos, puede ocurrir en los músculos y glándulas del cuerpo. Puede ser causado por factores genéticos, ambientales, de estilo de vida o de enfermedad. Las opciones de tratamiento dependen de la causa; algunos casos pueden tratarse con ejercicio, por ejemplo, mientras que otros pueden requerir apoyo médico. En una evaluación de esta afección, un profesional médico puede determinar el alcance y los orígenes para hacer recomendaciones de tratamiento.

Los músculos esqueléticos están más sujetos a atrofia. Algunas personas tienen afecciones congénitas, como atrofia muscular espinal, que hacen que sus músculos se encojan con el tiempo. Otros pueden tener afecciones que afectan sus sistemas nerviosos, provocando indirectamente el desgaste muscular porque los nervios no pueden estimular completamente los músculos. Los factores del estilo de vida como el desuso también pueden ser causas contribuyentes, una preocupación particular para los pacientes postrados en cama y las personas en entornos ingrávidos.

La mala circulación, la nutrición inadecuada y el daño al sistema nervioso también pueden privar a los músculos de los nutrientes y la estimulación que necesitan para funcionar. Con el tiempo, esto puede hacer que los músculos se encojan porque no ven un uso regular. Un paciente con una lesión de la médula espinal, por ejemplo, puede desarrollar atrofia muscular debajo del sitio de la lesión porque esos músculos no reciben ninguna señal de los nervios.

El músculo liso como el que se encuentra alrededor de las vías respiratorias y la vagina también puede estar sujeto a encogimiento y debilitamiento con el tiempo. Las mujeres tienden a experimentar un adelgazamiento de las paredes vaginales a medida que envejecen y entran en la menopausia. En las vías respiratorias, la pérdida de tono muscular y el encogimiento pueden ser un problema médico grave, porque el paciente puede tener como resultado dificultad para respirar.

Las glándulas también están sujetas a atrofia. Algunos se encogen naturalmente a lo largo del desarrollo, mientras que otros pueden hacerlo en respuesta a una enfermedad. Los desequilibrios endocrinos pueden alterar las hormonas en el cuerpo del paciente, provocando una señalización inadecuada a las glándulas; a su vez, comienzan a encogerse. Es posible que no produzcan tantas hormonas como deberían, creando un efecto en cascada de problemas para el paciente.

El desgaste del tejido muscular y glandular también puede estar asociado con enfermedades. Los pacientes pueden desarrollar problemas porque la enfermedad ataca directamente el tejido o porque dificulta comer y permanecer activo. Algunos tratamientos pueden influir en el desarrollo de la atrofia; los pacientes pueden enfermarse gravemente con la medicación, por ejemplo, lo que puede dificultarles el mantenimiento de una dieta equilibrada y contribuye a la atrofia muscular.