Los picos de azúcar en sangre son aumentos repentinos y relativamente grandes de los niveles de azúcar en sangre de un individuo. Las personas generalmente experimentan picos de azúcar en la sangre después de comer, especialmente si la comida fue particularmente dulce. Aunque los picos normalmente van más allá del umbral habitual de azúcar en sangre de 180 miligramos por decilitro (mg / dL), los que miden 350 mg / dL o más se consideran peligrosos. Cuando los niveles repentinos de azúcar en sangre se acercan a 500 a 600 mg / dL, los picos pueden provocar coma o la muerte.
Cuando una persona come, los azúcares contenidos en los alimentos se absorben en la sangre para alimentar los procesos metabólicos del cuerpo. Cuando esto ocurre, los niveles de azúcar en sangre son naturalmente altos cuando se miden. En respuesta, el cuerpo produce insulina para reducir el azúcar en sangre a niveles normales. Como resultado, estos picos suelen durar alrededor de dos horas. Si los picos de azúcar en sangre no disminuyen significativamente después de unas horas, es posible que el páncreas no esté funcionando correctamente o que la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina esté comprometida.
Si el nivel de azúcar en sangre alcanza más de 350 mg / dL, pero la cantidad de azúcar consumida no fue particularmente grande, es probable que el individuo tenga hiperglucemia o niveles anormalmente altos de azúcar en sangre. Los picos que miden este tamaño pueden representar riesgos significativos para los pacientes, ya que estas personas a menudo tienen dificultades para reducir su nivel de azúcar en la sangre. Estos picos pueden provocar mareos, fatiga e incluso dolores en el pecho. Las personas con hiperglucemia incluso pueden perder el conocimiento después de grandes picos de azúcar en sangre.
Hay casos en los que los picos de azúcar en sangre pueden provocar daños neurológicos graves y resultar fatales. Se considera que las personas que alcanzan estos niveles se encuentran en el estado hiperglucémico hiperosmolar. Este estado se alcanza cuando se producen sucesivamente varios picos grandes de azúcar en sangre sin un tiempo de recuperación amplio entre ellos. Cuando se encuentran en este estado, los individuos pueden entrar en shock e incluso caer en coma. En los casos más graves, el estado hiperglucémico hiperosmolar puede provocar la muerte.
Si el cuerpo no puede reducir el azúcar en sangre de manera eficiente a través de la producción de insulina, existen varias formas de controlar los picos. Beber agua puede ayudar a diluir el exceso de azúcar, así como a promover la función saludable del hígado y los riñones. También se ha descubierto que tomar 1 o 2 cucharadas (14.78 a 29.57 ml) de vinagre reduce el azúcar en sangre durante los picos. Sin embargo, en caso de un pico alarmante, los pacientes deben buscar el consejo de un profesional médico.