La baja autoestima generalmente ocurre cuando una persona carece de un nivel adecuado de autoestima. Las personas con baja autoestima generalmente se sienten inseguras, a pesar de cualquier seguridad que puedan recibir de los demás. Pueden encontrarse enfatizando sus defectos y fracasos, al tiempo que degradan sus éxitos y atributos positivos. Pueden albergar muchas creencias negativas sobre sí mismos y hablar muy negativamente sobre sí mismos a los demás. La baja autoestima puede aumentar el riesgo de enfermedad mental, afectar las relaciones y dañar la calidad de vida en general.
La mayoría de los expertos creen que la baja autoestima se desarrolla muy temprano en la vida, a menudo en la niñez o la adolescencia. Se cree que las primeras relaciones con los padres, hermanos, compañeros y figuras de autoridad tienen un efecto masivo en la autoestima. Aquellos que experimentan relaciones amorosas y de apoyo temprano en la vida tienen más probabilidades de disfrutar de una autoestima saludable. Aquellos que experimentan rechazo o abuso, ya sea emocional o físico, en las relaciones tempranas generalmente se consideran menos capaces de desarrollar un sentido saludable de autoestima.
Las percepciones de los demás se consideran vitales para desarrollar la autoestima. Cuando son niños y adolescentes, la mayoría de las personas recurre a la familia, los amigos y los compañeros para que les den un sentido de autoestima. Las personas que desarrollan una baja autoestima son a menudo aquellas que sienten que fracasaron de alguna manera importante al principio de la vida. Muchas personas que desarrollan problemas con una autoestima inadecuada sienten que no han logrado ganarse la aprobación de una persona importante en sus vidas, como un padre o pareja y, por lo tanto, pueden percibirse a sí mismas como inadecuadas o inútiles.
Una autoestima poco saludable puede tener una serie de ramificaciones negativas. A menudo está relacionado con la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos alimentarios y los problemas de abuso de sustancias. Las personas que carecen de un sentido apropiado de autoestima pueden tener problemas para tener éxito en la escuela o en el trabajo, ya que a menudo están convencidas de que cualquier esfuerzo que hagan les conducirá al fracaso. Una autoestima baja hace que sea difícil escuchar o dar crédito a cualquier comentario positivo. Las personas con baja autoestima tienden a descartar cualquier comentario positivo, ya que generalmente están bastante seguras de sus creencias negativas en sí mismas.
Las personas con una autoestima saludable, por otro lado, son capaces de reconocer y reconocer tanto sus defectos como sus fortalezas, sin dar un énfasis indebido a ninguno de los dos. Aquellos con un sentido apropiado de autoestima generalmente manejan mejor el estrés y se considera que es menos probable que sucumban a una enfermedad mental. Los expertos también creen que es posible tener demasiada autoestima. Se cree que una autoestima excesiva puede contribuir a un comportamiento violento o abusivo, ya que puede generar sentimientos de superioridad sobre los demás.