El estesioneuroblastoma es un tipo de tumor canceroso que surge en lo profundo de la cavidad nasal. Un tumor puede crecer muy rápidamente y obstruir las vías nasales, lo que provoca dificultades para respirar y hemorragias nasales frecuentes. El estesioneuroblastoma es una afección muy rara y los síntomas que causa a menudo se atribuyen a problemas nasales más comunes, como sinusitis e infecciones respiratorias crónicas. Si no se trata, el cáncer se puede diseminar a los ganglios linfáticos y otras partes del cuerpo. La escisión quirúrgica suele tener éxito si el tumor se detecta temprano, aunque puede ser necesaria una quimioterapia extensa si ya ha comenzado a diseminarse.
Las causas exactas del estesioneuroblastoma no se conocen bien. Dado que solo se ha descubierto una pequeña cantidad de casos, se han realizado pocos estudios clínicos y proyectos de investigación para aprender más sobre los posibles factores de riesgo. Es probable que esté involucrada una combinación de genética y exposición a toxinas ambientales como la contaminación y el humo del cigarrillo.
Un estesioneuroblastoma surge típicamente en el área más alta de la cavidad nasal. Las células cancerosas se originan en el tejido suave y lubricado llamado epitelio olfativo que recubre la cavidad y contribuye al sentido del olfato. La mayoría de los tumores crecen muy lentamente, demorando de dos a tres años antes de volverse lo suficientemente grandes como para causar síntomas físicos.
Una vez que un tumor comienza a crecer, puede bloquear los conductos nasales y hacer que el tejido circundante se inflame. Como resultado, una persona puede experimentar problemas para inhalar y exhalar por la nariz y una disminución del sentido del olfato. Son comunes las hemorragias nasales crónicas, los ojos llorosos y los estornudos. A medida que un tumor continúa creciendo y el cáncer comienza a extenderse, una persona puede tener síntomas similares a los de la gripe e hinchazón en la cara y el cuello. La pérdida del olfato, el gusto e incluso la visión es posible si el estesioneuroblastoma no se descubre y trata a tiempo.
Un médico que sospecha de estesioneuroblastoma puede realizar un examen completo con espejos y luces en las fosas nasales. También puede solicitar radiografías y tomografías computarizadas de la cabeza. Si se detecta una masa, se recolecta una biopsia de tejido y se estudia en el laboratorio de un hospital para confirmar la presencia de cáncer.
La mayoría de los tumores pequeños se pueden extirpar mediante cirugía. Un procedimiento endoscópico mínimamente invasivo que implica la manipulación de herramientas quirúrgicas a través de la fosa nasal suele ser eficaz, aunque es posible que sea necesario realizar una cirugía abierta si un tumor está enterrado profundamente en el tejido. Si el tumor persiste o se disemina, generalmente se administran varias rondas de tratamientos de quimioterapia y radiación para tratar de extirpar las células cancerosas restantes.