Una fisura anal o fisura anal es un pequeño desgarro en el revestimiento del ano, causado por el esfuerzo de las membranas del ano más de lo que pueden estirar cómodamente. Esta afección es extremadamente común y hay varias opciones de tratamiento disponibles para los pacientes que la desarrollan. En la mayoría de los casos, el tratamiento en casa es suficiente para solucionar el problema. En pacientes que desarrollan fisuras crónicas, puede ser necesario tomar algunos medicamentos para promover una curación más rápida.
Cuando se desarrolla una fisura en el ano, el paciente suele experimentar una defecación dolorosa, a veces con una sensación de tintineo agudo. Puede aparecer sangre o líquido transparente y manchar el papel higiénico, y algunos pacientes encuentran que sus rectos sienten una picazón extrema. En algunos casos, se desarrolla una hemorroide junto con la fisura en el ano y el paciente puede experimentar molestias e hinchazón adicionales alrededor del ano.
Por lo general, se recomienda remojar el área en agua tibia, usando una herramienta como un baño de asiento, para calmar el ano y ayudar al paciente a sentirse más cómodo. Algunos pacientes agregan sales u otras preparaciones al agua. Además, agregar fibra a la dieta y tomar ablandadores de heces hará que la defecación sea más cómoda y le dará al ano la oportunidad de sanar al reducir la tensión en el tejido cuando las personas usan el baño. Estos tratamientos suelen ser suficientes para resolver la fisura en el ano en casa en un plazo de tres a cinco días.
Si la defecación dolorosa persiste o los pacientes comienzan a notar nuevos síntomas, deben buscar tratamiento con un médico. Un médico general a menudo puede administrar la atención, comenzando con una entrevista y un examen al paciente. El médico puede recomendar continuar el tratamiento conservador y darle unos días más, o considerar agregar opciones de tratamiento más agresivas, incluidos medicamentos. En los casos en que una fisura en el ano se inflama o se infecta, puede provocar un absceso, y esto podría requerir una intervención quirúrgica para drenar y limpiar el absceso.
Las personas pueden reducir sus riesgos de desarrollar esta afección al consumir una dieta balanceada rica en fibra para regular las deposiciones y mantener el tracto intestinal saludable. Si un paciente desarrolla estreñimiento o tiene dificultad para defecar, puede ser una buena idea hacer cambios en la dieta o consultar a un médico para hablar sobre el uso de ablandadores de heces y otros tratamientos. Además de prevenir las fisuras anales, estas medidas también serán beneficiosas para la salud gastrointestinal. Incluso con estas medidas, todavía es posible desarrollar una fisura en el ano, pero el desgarro generalmente será muy leve y muy sensible al tratamiento.