¿Cuáles son los síntomas de los niveles bajos de hierro?

El hierro es un elemento vital para varios procesos fisiológicos. Con niveles bajos de hierro, el cuerpo no puede hacer circular adecuadamente el oxígeno, lo que comúnmente provoca mareos, debilidad y fatiga. La baja concentración de hierro también puede provocar una palidez antinatural. Además, dado que el hierro contribuye a la producción de proteínas estructurales, un nivel bajo de hierro puede causar dolor articular y abdominal.

Concentrado naturalmente en la sangre como ferritina, el hierro es responsable del color de los glóbulos rojos. Los vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel contribuyen a la apariencia de la piel, por lo que cualquier cambio en los niveles de hierro puede afectar directamente la complexión de una persona. En consecuencia, la palidez o palidez comúnmente indica un nivel bajo de hierro. Los ojos pueden desarrollar un tinte azulado, mientras que las encías y otras partes de la boca pueden volverse más claras.

Varios procesos fisiológicos requieren hierro. La producción y síntesis de enzimas, el movimiento muscular y la distribución de oxígeno son algunas de estas funciones que tienden a sufrir de bajos niveles de hierro. Por ejemplo, cuando la producción de citocromo, la enzima responsable de producir energía, se reduce debido a niveles de hierro más bajos de lo normal, una persona puede experimentar apatía, poca energía y pérdida del apetito.

El hierro es un componente vital en la circulación del oxígeno. Los niveles insuficientes de hierro dificultan la distribución del oxígeno, lo que provoca dificultad para respirar y mareos. De manera similar, cuando no se distribuye suficiente oxígeno a los músculos, el resultado puede ser fatiga muscular, debilidad, alteración de la coordinación y calambres nocturnos.

Las proteínas estructurales como el colágeno y la elastina ayudan a retener la forma y elasticidad de los órganos y tejidos conectivos. El cuerpo no puede producir cantidades adecuadas de estas proteínas cuando los niveles de hierro son bajos. Esto conduce a síntomas como dolor en las articulaciones, hinchazón en los tobillos y dolor abdominal. Además, los niveles bajos de hierro también pueden provocar disminución del apetito, uñas quebradizas, caída del cabello y estreñimiento.

La presencia de varios de estos síntomas puede ser el resultado de anemia u otras deficiencias sanguíneas. Se debe considerar la posibilidad de consultar a un médico si algunos de los síntomas más graves continúan durante un período prolongado. Por lo general, un simple análisis de sangre es suficiente para diagnosticar cualquier deficiencia sanguínea relacionada con el hierro.

Las mujeres y los niños son los más susceptibles a la deficiencia de hierro. Las mujeres son vulnerables debido a la pérdida de sangre por la menstruación. El aumento en los niveles hormonales durante la menstruación también puede conducir a niveles bajos de hierro, ya que el hierro se consume normalmente cuando se producen las hormonas. Los niños, por otro lado, son propensos a la deficiencia de hierro debido a una dieta poco saludable o rica en lácteos. Una dieta rica en lácteos contribuye a niveles de hierro más bajos de lo normal porque los productos lácteos son relativamente pobres en hierro.