La amigdalitis viral es una enfermedad infecciosa que causa inflamación de las amígdalas. A diferencia de la amigdalitis bacteriana, no se puede curar con antibióticos, sino que debe curarse mediante el sistema de defensa natural del cuerpo. La infección es una congestión caracterizada por dolor de garganta, fiebre e inflamación de las amígdalas. Es más común que la contraigan los niños.
Algunos de los virus que pueden causar amigdalitis incluyen adenovirus, influenza y Epstein Bar. En raras ocasiones, la infección también puede ser causada por parásitos u hongos. La infección se puede transmitir a través de la tos, los estornudos y las secreciones corporales. Los síntomas de la amigdalitis viral suelen aparecer de dos a cinco días después de que se contrae la infección.
Aunque la amigdalitis viral no se puede curar con medicamentos, se puede hacer más soportable con medicamentos para aliviar el dolor y reducir la fiebre. Los analgésicos generales de venta libre, como el ibuprofeno o el acetaminofeno, pueden reducir el malestar. Beber té y hacer gárgaras con agua salada tibia también puede ayudar a aliviar el dolor de garganta. Las pastillas para la garganta y los alimentos congelados pueden ofrecer un alivio adicional. Debido al riesgo de contraer el síndrome de Reye, las personas menores de veinte años no deben tomar aspirina para controlar los síntomas de la amigdalitis viral.
El síntoma más común de la amigdalitis viral es el dolor de garganta. Otros síntomas incluyen fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y dificultad para tragar. Las amígdalas pueden hincharse, cubrirse con parches y llenarse de pus. La congestión de las fosas nasales, el dolor abdominal y el dolor de cabeza son otros síntomas comunes. Los pacientes también pueden notar que tienen particularmente mal aliento.
La mayoría de las infecciones por amigdalitis virales leves desaparecerán sin tratamiento médico en dos semanas. Una infección leve tiende a consistir en síntomas de un resfriado común con dolor de garganta. Los síntomas más graves, como fiebre repentina e inflamación de los ganglios linfáticos, pueden ser un signo de una infección grave y deben informarse a un médico.
El principal factor de riesgo de contraer amigdalitis viral es el contacto con una persona infectada. Un pasaje nasal obstruido también puede ser riesgoso, ya que obliga a respirar por la boca, lo que aumenta el riesgo de amigdalitis. Aunque no existe una conexión comprobada entre el humo del cigarrillo y la amigdalitis viral, existe una mayor incidencia de extracción de amígdalas entre los niños que viven o están en contacto regular con fumadores.
Es mejor evitar la amigdalitis viral con una higiene y vigilancia adecuadas. Mantenerse alejado de las personas infectadas, lavarse las manos con regularidad y cubrirse al toser y estornudar es eficaz. Todas las superficies del hogar, la oficina y la escuela deben mantenerse limpias y desinfectadas. También es aconsejable mantenerse alejado del humo de segunda mano.