¿Qué es IVIG?

La inmunoglobulina intravenosa (IVIG) es un producto de plasma que se usa en el tratamiento de ciertas afecciones relacionadas con el sistema inmunológico. Este tratamiento está aprobado para su uso en personas con inmunodeficiencias, enfermedades autoinmunes, algunas inflamaciones e infecciones, y también se utiliza de varias formas no indicadas en la etiqueta, como la prevención de abortos espontáneos. Para recibirlo, el paciente debe ir a un centro de transfusión o hacer que un profesional de la salud vaya a su casa, ya que el tratamiento requiere varias horas de estar sentado mientras se administra la IVIG, y el personal médico debe estar disponible para monitorear la paciente en busca de signos de una reacción alérgica o cualquier otra complicación relacionada con el tratamiento.

El componente crítico de la IVIG es la inmunoglobulina-G, también conocida como IgG. Esta sustancia ayuda al cuerpo a producir anticuerpos duraderos para combatir las enfermedades. En personas con deficiencias inmunológicas, puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico, lo que permite que el cuerpo combata las enfermedades de manera más eficaz. La capacidad de combatir enfermedades a veces también se aprovecha en el uso no indicado en la etiqueta: se supone que el tratamiento con IgIV para mujeres embarazadas, por ejemplo, evita que el cuerpo vea al feto como extraño al interferir con la formación de ciertos anticuerpos conocidos como células asesinas naturales.

Para fabricar IVIG, las empresas que se especializan en hemoderivados toman donaciones de sangre y las centrifugan para derivar plasma, antes de tratar el plasma para extraer los anticuerpos IgG deseados. Por supuesto, también se puede extraer de las donaciones de plasma. Cada lote contiene donaciones de al menos 1,000 personas, lo que crea una amplia muestra representativa de anticuerpos al agrupar las donaciones.

Un tratamiento con IVIG dura entre dos y 12 semanas y, por lo general, requiere una nueva administración. Puede interferir con las vacunas, por lo que generalmente se recomienda a las personas que programen los tratamientos al menos un mes después de la vacunación y que eviten nuevas vacunas durante al menos 12 semanas después de la IgIV. Los efectos secundarios comunes incluyen irritación de la piel, náuseas y dolores de cabeza. También puede causar edema y daño a algunos órganos, especialmente al hígado y los riñones. En casos raros, las personas también pueden experimentar reacciones alérgicas, incluida la anafilaxia, una afección potencialmente mortal.

Al igual que otros productos sanguíneos, la IVIG conlleva algunos problemas de seguridad. Las donaciones de sangre y plasma utilizadas en su producción deben analizarse cuidadosamente para detectar una variedad de enfermedades transmitidas por la sangre, y el producto sanguíneo también debe tratarse para matar cualquier virus que pueda haber pasado la prueba. Las enfermedades causadas por hemoderivados contaminados son extremadamente raras, gracias a un extenso sistema internacional diseñado para mantener la seguridad de estos productos.