La causa más común de saliva salada ocurre cuando la deshidratación se produce por sudoración excesiva o ingesta insuficiente de líquidos. Los medicamentos que se usan para tratar ciertas afecciones también pueden producir saliva de sabor salado. Otras posibles causas de la saliva salada incluyen infecciones de los senos nasales, sobreproducción de conductos lagrimales, enfermedades de las glándulas salivales y deficiencias de vitaminas. La sangre en la boca por una lesión o enfermedad también puede producir saliva con un sabor salado o metálico.
Los pacientes que usan medicamentos para las afecciones de la tiroides pueden experimentar saliva salada como efecto secundario de los medicamentos. Los medicamentos de quimioterapia también pueden producir sensibilidades al gusto similares. Cientos de medicamentos pueden cambiar la forma en que se percibe el gusto al alterar la forma en que funcionan las papilas gustativas. Un médico puede recetar medicamentos alternativos para los pacientes que experimentan irregularidades en el gusto como efecto secundario.
Las infecciones de los senos nasales con goteo posnasal también pueden hacer que la saliva sepa a sal. Por lo general, una vez que la infección desaparece, la saliva pierde su sabor salado. El síndrome de Sjogren define un trastorno autoinmune poco común que daña las glándulas que producen saliva y lágrimas. Cuando se produce menos saliva, puede adquirir un sabor salado. El síntoma más común de esta enfermedad es la boca seca.
Los conductos lagrimales hiperactivos pueden producir lágrimas excesivas que drenan hacia la parte posterior de la garganta y dan la sensación de saliva salada. Tanto la saliva como las lágrimas contienen sodio y cloruro, los dos elementos que componen la sal. La saliva normal no tiene un sabor salado porque el cuerpo se adapta a niveles bajos de estos químicos. Si la cantidad de cloruro de sodio en la saliva aumenta debido a medicamentos o enfermedades, se produce saliva salada.
La saliva realiza varias funciones importantes como lubricante, líquido antibacteriano y ayuda digestiva. Humedece los alimentos para facilitar la masticación y la deglución, y descompone parcialmente el almidón de los alimentos. Las enzimas en la saliva inician el proceso de digestión de las grasas en la dieta. La saliva también activa las papilas gustativas para dar sabores distintivos a los diferentes alimentos.
Este líquido es importante como lubricante en la boca para proteger los tejidos blandos de la abrasión de los dientes. Las sustancias químicas en la saliva facilitan el habla y la deglución. Neutraliza el ácido que puede dañar el esmalte dental y diluye las bacterias en la boca. Las personas que se deshidratan pueden notar sequedad en la boca y saliva salada como primeros síntomas. El aumento de la ingesta de líquidos suele resolver el problema.
Una deficiencia de zinc o vitamina B12 puede producir saliva salada, pero estos trastornos se consideran raros. Un médico puede controlar los niveles en sangre en pacientes que experimentan cambios en el gusto o la cantidad de saliva. Las personas sanas producen hasta 6 tazas (aproximadamente 1.5 litros) de saliva cada día, y la mayor parte se ingiere.