La ecología espacial se puede describir mejor como el estudio de la relación entre el paisaje y los organismos y formas de vida dentro de ese espacio. Los ecologistas han estado estudiando el movimiento de las poblaciones de plantas y animales en relación con su entorno durante años, ya que el movimiento de plantas y animales dentro del paisaje puede describirse mediante algunas de las ubicaciones espaciales de las estructuras terrestres. Quizás sea más fácil describir la ecología espacial con respecto a las poblaciones de plantas, ya que son más fáciles de estudiar y más directamente afectadas por la estructura del paisaje.
La estructura del paisaje puede afectar drásticamente la forma en que las poblaciones de plantas crecen y se mueven por su entorno. Estructuras como caminos y senderos forestales podrían ayudar al establecimiento de algunas especies invasoras mucho después de que se construyó el camino o sendero, debido a un cambio en los recursos disponibles o en el mecanismo de dispersión. Los caminos forestales proporcionan un área abierta, concentraciones de luz más altas y una mayor humedad del suelo, mientras que al mismo tiempo brindan vías para la dispersión dirigida de semillas a través de animales o agua. Independientemente de si las redes de caminos y senderos están causando invasiones no nativas, comprender y relacionar los efectos que las estructuras de hábitats lineales, como caminos y senderos, pueden tener sobre las invasiones de plantas acercará a los investigadores a poder controlar futuras invasiones de hábitats naturales.
Hay una serie de factores dentro de una matriz forestal que pueden influir en el establecimiento de plantas, sin embargo, la estructura del paisaje natural podría tener el mayor impacto en la posible invasión de especies no nativas. Las características lineales dentro de los bosques, como caminos y senderos, proporcionan una mayor disponibilidad de luz y perturbaciones, y pueden proporcionar un hábitat para especies de plantas que se propagan por animales. La observación casual sugiere que algunas poblaciones de plantas pueden expandirse a lo largo de los corredores de hábitat en una “ola” de establecimiento, y que estos corredores pueden proporcionar un vínculo desde áreas invadidas a paisajes no invadidos.
Se ha observado un establecimiento preferencial a lo largo de senderos y bordes de caminos en muchas especies de plantas, debido a la dispersión de semillas por vectores animales. Sin embargo, el hábitat lineal puede ser el único hábitat adecuado para la especie. Se ha demostrado que las carreteras de los bosques, los setos y las orillas de los arroyos ayudan a la expansión de las poblaciones de plantas nativas a través de hábitats inadecuados. Estas características lineales también pueden ayudar a la invasión de plantas no nativas. Cuando una especie invasora puede establecerse a lo largo de un camino o camino que se cruza con un bosque no invadido, esa especie puede tener la oportunidad de invadir el sotobosque del bosque, el área sombreada debajo del dosel de los árboles.
El estudio de la ecología espacial también puede conducir a numerosos descubrimientos relacionados con los animales. Los animales reaccionan de la misma manera que las plantas, siguiendo corredores de movimiento y moviéndose de un parche de hábitat a otro lentamente, en lo que se llama un efecto isla. Sin técnicas de ecología espacial, como el análisis estadístico de la cobertura espacial, no sería posible comprender cómo se mueven las plantas y los animales a través del medio ambiente.