Popularmente conocido como gas de la risa, el óxido nitroso es un gas no inflamable e incoloro. Uno de los usos más comunes es en el campo de la odontología, donde el gas se administra al paciente como parte del proceso de preparación para un procedimiento dental. Sin embargo, el óxido nitroso también se puede utilizar en varias otras aplicaciones que no están relacionadas con la odontología.
Uno de los otros usos del óxido nitroso tiene que ver con la cohetería. El gas funciona como un agente oxidante en el motor del cohete y, a veces, se usa en sistemas híbridos que combinan el óxido nitroso con alguna otra forma de propulsor. Como beneficio adicional, el óxido nitroso se puede descomponer y usar para crear aire respirable en una situación de emergencia.
Junto con los motores de cohete, el óxido nitroso también se puede utilizar en diferentes diseños de un motor de combustión interna. Esta aplicación no es inusual en vehículos diseñados para carreras. En algunos motores, el gas sirve como un agente que permite que el motor utilice de manera más eficiente la combinación de aire y combustible para crear niveles más altos de combustión. Esto, a su vez, permite que el vehículo se mueva a un ritmo más rápido. Un enfoque ligeramente diferente se conoce como NOS o sistemas de óxido nitroso, que también ayuda a aumentar la potencia del motor para utilizar los propulsores de la mejor manera.
El óxido nitroso también se puede utilizar como propulsor en productos en aerosol. Muchos productos alimenticios comunes, como aerosoles para cocinar y latas de crema batida, utilizan el gas como propulsor de elección. La ventaja es que el óxido nitroso no tiende a descomponer la grasa de la crema ni hace que los aceites de los aerosoles para cocinar se pongan rancios en poco tiempo. Esto le da al gas una ventaja decidida sobre otras fórmulas de aire comprimido que no permitirían que la crema produzca el efecto espumoso deseado y no permitirían que el aerosol para cocinar se mantenga a temperatura ambiente.
La aplicación de óxido nitroso con la que la mayoría de las personas está familiarizada se encuentra en el consultorio del dentista. Administrado a través de una mascarilla que se coloca sobre la boca y la nariz, el gas ayuda a relajar al paciente, haciendo que la administración de una inyección de novocaína sea mucho menos dolorosa. El paciente también tiende a relajarse tanto que el paso del tiempo se vuelve difícil de rastrear, un rasgo que puede ser beneficioso cuando el trabajo dental involucrado requiere algo de tiempo. Si bien la mayoría de las personas no experimentan efectos secundarios por la administración del gas, existen algunas incidencias de náuseas leves y efectos físicos similares que duran poco tiempo.
Desafortunadamente, a veces también se abusa del gas como droga recreativa. Si bien es perfectamente seguro cuando se administra en un ambiente controlado, el gas puede causar una serie de condiciones, como una sensación de despersonalización que no es muy diferente de tener un ataque de ansiedad, mareos y una sensación general de desconexión con el entorno. En algunos casos, el gas puede provocar alucinaciones además de producir una sensación de euforia. En ocasiones, el gas se mezcla con nitrito de amilo en lo que se conoce como kits nitrosos como una forma de producir un efecto rápido que no es diferente del efecto que se produce después de beber varias bebidas alcohólicas.