La Misión Viking fue un programa de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) que fue diseñado para proporcionar a la agencia más información sobre Marte. Los investigadores siguen utilizando datos de las Misiones Vikingas hasta el día de hoy, aunque misiones adicionales han proporcionado aún más información y datos sobre el Planeta Rojo.
El trabajo preliminar para la Misión Vikinga se estableció en 1968, cuando los investigadores comenzaron a desarrollar la idea de enviar sondas a Marte con el fin de recopilar información y realizar experimentos científicos básicos. Dos vehículos, Viking I y Viking II, fueron enviados a Marte en 1975. Cada vehículo constaba de un orbitador y un módulo de aterrizaje. Cuando los vehículos llegaron a la órbita en 1976, los orbitadores buscaron buenas ubicaciones y dejaron caer los módulos de aterrizaje en el planeta.
Uno de los principales objetivos de la Misión Vikinga era crear una serie de imágenes de Marte de alta resolución. Se tomaron y transmitieron miles de fotografías, lo que les dio a los investigadores una visión detallada de Marte. Estas imágenes revelaron detalles del terreno marciano, los sistemas climáticos y otros asuntos de interés, y también fueron interesantes desde un punto de vista puramente psicológico, proporcionando a los residentes de la Tierra una primera mirada de cerca al planeta vecino.
La Misión Vikinga también tenía la intención de recopilar información específica sobre la composición de la atmósfera y la superficie marcianas. Las sondas recopilaron información que reveló el contenido mineral del suelo y el balance de gases en la atmósfera, y también realizaron pruebas diseñadas para buscar signos de vida en Marte, otra parte del objetivo de la Misión Vikinga. Estas pruebas fueron inicialmente positivas, pero los investigadores luego sospecharon que se había obtenido una lectura falsa positiva debido a reacciones químicas inesperadas que habían ocurrido durante la prueba.
Al igual que otras misiones realizadas por la NASA, la Misión Viking fue un gran golpe de relaciones públicas, ya que le dio a la gente en la Tierra algo de qué hablar y conectarse cuando pensaba en el Programa Espacial. Los investigadores podrían señalar el éxito de la Misión Viking como una buena justificación para los fondos utilizados para apoyar el Programa Espacial, y también sugirieron que tales misiones establecieron el terreno para futuras misiones a Marte y otros planetas en el futuro. La Misión Viking también contribuyó enormemente a la comunidad científica con sus años de datos de la órbita y la superficie del planeta; el último componente se cerró en 1982, después de haber estado transmitiendo durante seis años.