¿Qué es la energía electromagnética?

La energía electromagnética utiliza la fuerza sobre las partículas del campo electromagnético. El concepto produce electricidad mediante el uso de cambios en el campo magnético. Esto se encuentra más fácilmente en sistemas como generadores eléctricos, motores de corriente alterna y transformadores.
La propiedad de la energía electromagnética fue identificada por primera vez el 21 de abril de 1820 por Hans Christian Orsted. Mientras se preparaba para una conferencia, notó que la corriente eléctrica de una batería hacía que se moviera la aguja de una brújula. En honor a su descubrimiento, la unidad individual de inducción magnética se conoce como oersted.

Tras el descubrimiento de Orsted, varios investigadores intentaron comprender los fenómenos en lo que se convirtió en la disciplina científica de la electrodinámica. Algunas de las personas más notables que trabajaron en el campo fueron Andre-Marie Ampere, Michael Faraday y Heinrich Hertz. La investigación mostró que la energía electromagnética es responsable de casi todas las formas de radiación, desde ondas de radio hasta rayos gamma.

Albert Einstein también investigó el poder electromagnético a principios del siglo XX. Postuló que los principios del electromagnetismo eran los responsables del efecto fotoeléctrico y la existencia de fotones. Esto significó que la existencia del campo magnético y sus fuerzas eran importantes para casi todos los aspectos de la luz visible.

El poder electromagnético se considera una de las fuerzas fundamentales de la física que explica el funcionamiento del universo. Las interacciones entre átomos son causadas por esta fuerza que estimula eléctricamente los protones y electrones de los átomos. Todos los objetos del universo contienen esta fuerza fundamental. Dentro del cuerpo humano, el electromagnetismo de las células es responsable de permitir que las personas muevan objetos. Químicamente, la atracción magnética de los electrones da como resultado todas las reacciones entre sustancias.

En términos de dispositivos mecánicos, la energía electromagnética es esencial para la producción y el uso de electricidad. La energía mecánica se puede convertir en energía eléctrica utilizando el concepto de inducción. El voltaje se produce colocando un conductor en un campo magnético que cambia. Esencialmente, la electricidad ya existe dentro del dispositivo, solo necesita ser estimulada cambiando el campo magnético. A medida que el flujo magnético cambia en un circuito cerrado, el efecto secundario es la estimulación de electrones que resulta en la producción de energía eléctrica.

El efecto contrario de convertir la energía eléctrica en energía mecánica también es causado por el electromagnetismo. Un motor que extrae corriente continua o corriente alterna de una fuente de energía convierte la energía. A medida que la electricidad pasa a través del motor, el campo magnético fluctúa, creando energía mecánica.