¿Qué son los antibióticos intravenosos?

Los antibióticos intravenosos (IV) son medicamentos que se administran directamente al torrente sanguíneo mediante una aguja y un tubo conectados a una bolsa o recipiente. La mayoría de las veces, el medicamento se administra lentamente a través de un proceso de goteo, lo que ayuda a evitar la introducción de aire en la sangre. Los antibióticos intravenosos se utilizan generalmente para el tratamiento de infecciones bacterianas. Al administrar los medicamentos al torrente sanguíneo directamente, se llevan al sitio de la infección de manera más rápida y eficiente para promover un tiempo de curación más rápido.

Los antibióticos intravenosos generalmente se reservan para infecciones graves que requieren un tratamiento más rápido. Los crecimientos bacterianos menores se tratan con antibióticos orales, que conllevan menos efectos secundarios y posibilidades de complicaciones. También se pueden administrar en dosis mucho más altas, según la gravedad y el tipo de infección que se esté tratando. A veces, se pueden usar antibióticos intravenosos en una infección menos grave si los medicamentos orales no pueden llegar al lugar apropiado. Por ejemplo, las mujeres embarazadas reciben medicación intravenosa para las bacterias estreptocócicas del grupo B porque las versiones orales no matan eficazmente las bacterias en la vagina para ofrecer protección al bebé.

Como con todas las variaciones, los antibióticos intravenosos solo se usan para matar los crecimientos bacterianos. No son eficaces para combatir virus u otras enfermedades. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, vómitos, mareos y otros trastornos digestivos. Estos pueden ser leves o graves, según la dosis que se utilice y las tolerancias individuales del paciente.

El uso de antibióticos intravenosos generalmente está restringido y se usan solo cuando es absolutamente necesario. Llevan riesgos leves, como el desarrollo de bacterias resistentes a los medicamentos. A veces, puede producirse irritación o dolor en el lugar de la inyección.

El crecimiento excesivo de levadura y la irritación resultante es común con el uso de antibióticos por vía intravenosa. Esto requiere un tipo de medicamento diferente para tratar. El uso frecuente de antibióticos puede causar infecciones por hongos recurrentes y puede interferir con la eficacia de otros medicamentos, como las píldoras anticonceptivas.

Los pacientes que reciben antibióticos por vía intravenosa deben recibir una explicación de la enfermedad que se está tratando, así como de los efectos secundarios y los riesgos asociados con los medicamentos intravenosos. Cuando la causa son enfermedades que no ponen en peligro la vida, se deben sopesar y explicar al paciente en detalle los beneficios del uso de métodos de tratamiento intravenoso frente a la medicación oral. Si los métodos orales son una opción, se le debe proporcionar la información adecuada para que pueda tomar una decisión informada.