Se usa un tornillo para huesos para ayudar en el proceso de curación de un hueso roto. Es un tornillo que está hecho de un material no reactivo y se implanta en el hueso para evitar que los segmentos de hueso fracturados se muevan. El tornillo para huesos asegura las piezas rotas del hueso para permitir que se cure correctamente. Al dejar los tornillos para huesos en su lugar, el hueso puede volver a fusionarse a su forma original.
Cuando los huesos necesitan fusionarse, se puede unir un tornillo para huesos al hueso de forma permanente o temporal. Para insertar el tornillo, dependiendo de la gravedad y la ubicación del hueso fracturado, generalmente se administra anestesia local al paciente y el cirujano realiza un corte sobre el hueso fracturado. Después de reposicionar el hueso roto en su posición adecuada, los tornillos se fijan al hueso durante un período de tiempo predeterminado. Cuando se completa el proceso de curación, los tornillos pueden dejarse en su lugar o retirarse.
La reparación de fracturas óseas puede utilizar uno de una variedad de métodos que involucran tornillos para huesos para reparar el hueso roto. Por lo general, el tornillo para huesos se inserta en el hueso directamente a través de la fractura para mantener el hueso unido. Luego, los tornillos se introducen a través del hueso con una herramienta especializada, muy parecida a un taladro. El taladro se utiliza para preparar un orificio de punción en el hueso antes de colocar el tornillo en el hueso. Los tornillos para huesos vienen en una variedad de tamaños y materiales para su uso en una variedad de diferentes reparaciones óseas y los avances en la investigación han creado una selección más amplia de materiales y opciones para los pacientes que necesitan tornillos para huesos para curar un hueso roto.
El procedimiento y las herramientas que se utilizan para reparar un hueso dependen del tipo de fractura del hueso y del hueso que se rompió realmente. Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, la inserción y extracción de tornillos para huesos conlleva riesgos y beneficios. Según el tipo y la escala de la fractura, el hueso que se rompió y la salud general del paciente, el médico determinará el mejor curso de acción para la reparación del hueso.
Tradicionalmente, un tornillo para huesos se hacía de titanio y un cirujano realizaba un procedimiento para colocar el tornillo en el hueso y luego era necesario otro procedimiento para extraerlo quirúrgicamente más tarde. Este proceso era doloroso y consumía mucho tiempo y los agujeros de los tornillos nunca sanarían. Desde entonces, los investigadores han descubierto que los tornillos pueden fabricarse con un material que crece en el implante y elimina los agujeros en el hueso causados por los tornillos. Se dice que este nuevo material se biodegrada después de dos años, lo que lo convierte en un método preferido por médicos y pacientes.