¿Qué es la caspofungina?

La caspofungina es un fármaco antimicótico intravenoso (IV) recetado para el tratamiento de tipos específicos de infecciones micóticas. Vendida bajo la marca Cancidas®, la caspofungina es un miembro de la clase de medicamentos equinocandina, todos los cuales se consideran la «penicilina de los antifúngicos». La caspofungina agota las paredes celulares de los hongos, lo que hace que el contenido celular se filtre y provoque la muerte del hongo.

El fármaco previene la producción de glucano, un elemento vital en la estructura de las paredes celulares de los hongos. Como resultado, las paredes se debilitan gradualmente hasta que colapsan. El material dentro de las células ya no está contenido y la célula no tiene nutrientes de los que alimentarse. Cuando esto ocurre en masa, el hongo muere.

Hay varias infecciones distintas que pueden controlarse o erradicarse mediante una vía intravenosa de caspofungina. La aspergilosis, una infección por hongos que puede manifestarse en los pulmones, es una de las afecciones que se tratan con mayor frecuencia. Las personas con infecciones fúngicas que experimentan fiebre alta o recuento bajo de glóbulos blancos también se han tratado con éxito con caspofungina. La candidemia, causada por levaduras u hongos en la sangre, y otras enfermedades provocadas por el hongo Candida también pueden beneficiarse de la caspofungina. El fármaco se ha utilizado en el tratamiento de la inflamación del esófago, conocida como esofagitis; peritonitis, inflamación del revestimiento del estómago; e infecciones de la cavidad pleural, que afectan el área alrededor de los pulmones.

Este medicamento intravenoso se administra comúnmente en un hospital o clínica. En raras ocasiones, se le puede recetar a un paciente que tome el medicamento en casa; en tales casos, un proveedor de atención médica le dará instrucciones sobre cómo administrar la vía intravenosa. La caspofungina viene en dos dosis diferentes, 50 mg y 70 mg.

La caspofungina generalmente tiene muy pocos efectos secundarios. Dolor de cabeza, náuseas, dolor de estómago, diarrea, fiebre baja y tos se encuentran entre los posibles efectos secundarios menores. Los efectos secundarios más graves pueden ser daño hepático, niveles elevados de calcio en sangre o una reacción alérgica.

El curso típico de tratamiento con caspofungina es de aproximadamente un mes. Sin embargo, esto depende de la extensión de la infección y del estado del paciente. Algunos pacientes informan que se sienten mejor después de una sola dosis; otros pacientes pueden tener que esperar varias semanas. Cada goteo intravenoso debe tardar una hora en completarse y se administra una vez al día. Se anima a los pacientes que toman caspofungina a mantener el curso y continuar el tratamiento hasta que se haya erradicado el hongo; si un paciente omite dosis, el hongo tiene la oportunidad de crecer y causar más estragos en el sistema.