Una válvula de alivio de presión (PRV) es un dispositivo de seguridad que está diseñado para desviar la presión en caso de que un sistema presurizado de algún tipo encuentre un problema que conduzca a un aumento peligroso de la presión. Un ejemplo clásico de este tipo de válvula es la válvula montada en un calentador de agua que «sangra» si la temperatura o la presión del agua en el interior es demasiado alta, evitando una falla catastrófica del calentador de agua. Las válvulas de alivio de presión son extremadamente útiles y requeridas por ley por razones de seguridad en muchas regiones.
La idea detrás de una válvula de alivio de presión es que proporciona una salida para acumulaciones de presión peligrosas. Los gases y líquidos presurizados se pueden regular con la ayuda de este tipo de válvula. En el caso de que la presión en el sistema sea demasiado alta, en lugar de soplar todo el sistema, el líquido o gas presurizado saldrá de la válvula de alivio de presión, reduciendo la presión y evitando un incidente grave.
Los sistemas presurizados se utilizan para mover varios líquidos y gases, con la fuerza de la presión empujando la sustancia a través de una serie de tuberías. En una casa, por ejemplo, la presión en el sistema es lo que permite que el agua fluya cuando se abre un grifo; si se pierde presión, no saldrá nada del grifo. Sin embargo, si la presión es lo suficientemente alta, podría causar una explosión, a menos que haya una válvula de seguridad en su lugar. La alta presión también puede dañar los dispositivos conectados al sistema, o puede causar resultados inesperados, como una llamarada de una estufa de gas cuando está encendida, o una presión de agua inusualmente alta de un grifo que podría sorprender al usuario.
Las válvulas de alivio de presión se pueden configurar para que se abran a una presión o temperatura específicas. A menudo se encuentran al aire libre para evitar daños por fugas y derrames. Muchos sistemas tienen un seguro en su lugar, de modo que cuando la válvula se abre, el sistema también se apaga o alerta al usuario sobre un problema.
En el caso de un calentador de agua, la válvula es en realidad una válvula de alivio de presión de temperatura (válvula TPRV o TPR). Estas válvulas están calibradas para abrirse y liberar agua cuando la temperatura o la presión aumentan demasiado, y se pueden probar levantando la pequeña palanca en la parte delantera de la válvula para ver si sale agua. Se recomienda encarecidamente realizar pruebas periódicas, ya que un calentador de agua que explota puede causar una cantidad significativa de daño, atravesando vigas y paredes de soporte con facilidad.