En la ley, la causalidad es una descripción de la relación entre una actividad determinada y el efecto de esa actividad. Las personas deben probar la causalidad al presentar una demanda ante el tribunal para demostrar que el acusado causó el resultado en disputa en el tribunal. Este proceso implica demostrar que una persona sabía que una acción tendría un resultado predecible y procedió con la actividad consciente de ello, exponiendo a la otra parte al riesgo de daño.
Las discusiones sobre la causalidad legal en los tribunales pueden volverse bastante complejas, y probar la causalidad no necesariamente cierra un caso, ya que hay situaciones en las que las personas pueden causar algo, pero no ser responsables. En un ejemplo simple, una persona que lanza una pelota de béisbol mientras observa las precauciones de seguridad razonables no tendría forma de prever que un niño pequeño corre hacia el campo y se lesiona. En este caso, la lesión habría sido causada por la persona que lanzó la pelota, pero esa persona no sería responsable, ya que la consecuencia del lanzamiento no era predecible.
En las evaluaciones de causalidad, las personas buscan ver si el acusado participó en una acción determinada en un estado mental, lo que indica conciencia de las consecuencias de esa acción. Alguien que arroje una pelota de béisbol a una casa, por ejemplo, sería responsable de una ventana rota, por ejemplo, ya que una ventana rota es un resultado razonablemente previsible si se lanza un proyectil contra una estructura. Una forma de verlo es la llamada prueba «pero por», en la que se pide a las personas que consideren si el daño habría ocurrido si el acusado no hubiera participado en una actividad.
La causalidad puede seguir una cadena larga y complicada, y en las determinaciones de responsabilidad, las personas miran no solo como la causa inmediata, sino también como los pasos más atrás en la cadena. Se necesita una evaluación cuidadosa de las circunstancias y el estado mental de las partes involucradas cuando se piensa en la causalidad y se desarrolla un caso legal. En la ley, la capacidad de las personas para actuar bajo su propio poder en una variedad de situaciones se considera al evaluar cuestiones de responsabilidad.
La mayoría de los sistemas legales cuentan con pruebas para ayudar a las personas a determinar la causalidad y argumentar sus casos en los tribunales. Estos sistemas se basan en la erudición jurídica, así como en cierto sentido común, en términos de poder evaluar las actividades y sus resultados previstos. En la búsqueda de un caso en la corte, las personas pueden interrogar a las partes involucradas, así como a los testigos, para ver si las personas entendieron sus acciones y comprendieron el impacto potencial de esas acciones.