La minería de placer es un grupo de métodos de minería que utilizan agua para separar minerales valiosos o menas del sedimento circundante. Se puede usar para recuperar platino, estaño y diamantes, pero más comúnmente oro. Los buscadores de oro utilizaron una forma muy tosca de extracción de placeres durante la fiebre del oro de California a mediados del siglo XIX. Desde entonces, la tecnología ha progresado para permitir procesar un mayor volumen de material. Los métodos de minería modernos incluyen el dragado y la esclusa.
La minería de placer lleva el nombre de los depósitos de los que se extrae el material. Los depósitos de placer son concentraciones de minerales pesados que se forman cuando los minerales se lavan, por el clima o las inundaciones, pendiente abajo hacia los arroyos. Los minerales se depositan en un lugar porque el flujo de la corriente no es lo suficientemente fuerte como para moverlos más. Los depósitos de placer se encuentran generalmente en arroyos, playas y en la grava dejada por el agua que fluye.
El método más básico, y quizás el más icónico, de extracción de placeres es la panorámica. El único equipo que necesita un minero es una sartén, por lo general un poco más grande que un plato de comida promedio. El minero pone una pequeña cantidad de sedimento en el fondo de la olla y luego llena la olla con agua. Luego, hace girar el agua, permitiendo que se lave los lados de la olla. De esta manera, el sedimento común se lava por el costado mientras que el oro u otros materiales valiosos se quedan atrás.
La minería de placer funciona porque ciertos metales preciosos tienden a ser más densos que el sedimento que los rodea. Cuando se vierte o se derrama agua sobre el sedimento, el movimiento del agua es suficiente para lavar el sedimento, pero no lo suficientemente fuerte para mover el oro. Este principio funciona incluso con escamas de oro muy pequeñas.
La panorámica todavía es utilizada por aficionados y mineros a pequeña escala, pero requiere mucha mano de obra. Se deben utilizar métodos más sofisticados para extraer grandes áreas. El drenaje y el dragado se utilizan a menudo tanto individualmente como en conjunto.
La esclusa requiere una caja de esclusa, que es básicamente una caja rectangular colocada en una pendiente. La parte superior tiene una abertura y la parte inferior tiene una serie de barras de madera o metal que interrumpen la corriente a medida que el agua y la suciedad se vierten en la parte superior abierta. El sedimento más ligero sale del fondo de la caja, pero el oro más pesado queda atrapado por las roturas de la corriente provocadas por las barras. El dragado es en realidad solo una forma de recolectar material para verter. Por lo general, utiliza succión para aspirar el sedimento del lecho de un arroyo o río.