Un strigil es una herramienta que está diseñada para raspar la piel después de bañarse, hacer ejercicio o tomar una sauna. Los strigils se utilizaron tanto en la Antigua Grecia como en Roma, así como en algunas partes del Medio Oriente. Muchos museos tienen ejemplos de strigils descubiertos en sitios arqueológicos en exhibición, y también es posible ver representaciones de strigils en frisos, pinturas murales y otras obras de arte del mundo antiguo. Algunas personas continúan usando herramientas similares como parte de un régimen de autocuidado.
En la antigua Grecia y Roma, el baño era un proceso complejo, con multitud de pasos, especialmente para los ricos. Las personas se sumergieron en piscinas de diferentes temperaturas, recibieron masajes de esclavos y se ungieron con varios aceites y ungüentos como parte del proceso. Los bañistas normalmente terminaban en baños de vapor cálidos, donde los raspaban con estrías para eliminar el aceite, el sudor y otras sustancias acumuladas en la piel.
Los griegos y los romanos no usaban jabón, por lo que el strigil era una herramienta importante para limpiar la piel. El diseño curvo de este instrumento de metal, cuerno o hueso fue diseñado para rozar la piel de manera suave pero firme, eliminando la piel muerta, los aceites de baño y otros materiales. Además de limpiar la piel, los estrígilos probablemente también mejoraron la circulación al estimular las capas superiores de la piel. Después de la aplicación de un strigil, un bañista puede aplicar una fina capa de aceite perfumado antes de regresar al mundo exterior.
Los atletas usaban strigils para limpiarse después de una competencia o ejercicio vigoroso. En la Antigua Grecia, los atletas aplicaban aceite de oliva en sus cuerpos antes de la competencia para acondicionar su piel y brindarles cierta protección contra impactos menores; después de hacer ejercicio, el aceite esencialmente se podría escurrir con el strigil, quitando también la suciedad y el sudor. Muchas representaciones de atletas en jarrones incluyen el uso de un strigil, lo que implica que esta práctica era bastante común.
Los strigils eran solo uno de los instrumentos utilizados en los baños romanos tradicionales. Ver una variedad de herramientas de baño romanas puede ser bastante intimidante, ya que los romanos también usaban herramientas como látigos diseñados para desprenderse de la piel muerta y estimular la circulación después del baño. No todos los romanos usaban la línea completa de herramientas de baño, ya que muchos de ellos requerían la ayuda de otros, como sirvientes, pero un strigil habría sido un artículo relativamente común.