Una enfermera de salud sexual generalmente trabaja en una clínica que se ocupa principalmente de la planificación familiar o las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Ella podría ser responsable de proporcionar información sobre varios tipos de anticoncepción. Otras veces, puede realizar exámenes pélvicos o realizar pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual. La enfermera también puede hablar con grupos de personas para crear conciencia sobre el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Las personas a menudo visitan a una enfermera de salud sexual para obtener consejos sobre planificación familiar. Este profesional puede aconsejar a los clientes sobre las diversas formas de control de natalidad disponibles. También podría decirles a sus pacientes cómo usar diferentes métodos anticonceptivos para que sean más efectivos.
En algunos casos, puede ser necesario un examen físico antes de que a una paciente se le puedan recetar ciertos tipos de anticonceptivos. Una enfermera de salud sexual podría realizar estos exámenes y transmitir los resultados al médico de la clínica. En algunos casos, ella podría administrar ciertos tipos de anticonceptivos a sus pacientes, por ejemplo, dándoles a las pacientes la vacuna anticonceptiva.
Otras veces, las personas pueden necesitar un examen físico para detectar enfermedades de transmisión sexual. La enfermera de salud sexual puede examinar los genitales de una persona para detectar verrugas. También podría extraer sangre y analizarla para detectar otras enfermedades, como sífilis o gonorrea. Si a un paciente se le diagnostica una ETS, la enfermera puede pedirle al médico de la clínica que le recete medicamentos.
A veces se puede invitar a una enfermera de salud sexual a hablar con varios grupos sobre el VIH y el SIDA. Esto es para crear conciencia y, con suerte, evitar la propagación de estas condiciones. Puede hablar sobre las diversas formas en que estas enfermedades pueden contraerse y recomendar formas de reducir las posibilidades de infección. Por lo general, se alienta a las personas que sienten que podrían estar en riesgo a hacerse la prueba de estas enfermedades.
Si una persona da positivo por VIH, una enfermera de salud sexual podría recomendarle ayuda. Esto podría ser una derivación a un médico para tratar su afección, así como a un profesional de salud mental para brindar asesoramiento y apoyo moral. A veces puede ayudar al paciente a contarle a su familia y amigos sobre el diagnóstico.
Las calificaciones para una enfermera de salud sexual varían de una región a otra, pero generalmente incluyen al menos dos años de universidad. Muchos lugares requieren que las enfermeras pasen un examen de licencia antes de poder trabajar en esta capacidad. Otros requisitos suelen ser dos años de experiencia práctica o cursos universitarios relacionados con la salud reproductiva.