El h?mero es el primer y m?s largo hueso largo de la extremidad frontal o superior. Este hueso se conecta al cuerpo en la articulaci?n del hombro y se articula distalmente con el radio y el c?bito en la articulaci?n del codo. Una adaptaci?n evolutiva para ayudar en la locomoci?n, el h?mero est? presente en la mayor?a del amplio grupo de animales clasificados como tetr?podos o animales de cuatro patas. Este grupo incluye reptiles, anfibios, aves y mam?feros.
Entre los primates y ciertos otros animales, el h?mero se usa principalmente no para caminar, sino para trepar y ayudar en la manipulaci?n de objetos. El hueso de la parte superior del brazo proporciona puntos de fijaci?n y soporte para los m?sculos del pecho, la parte superior de la espalda, los hombros y los brazos. Al trabajar con estos m?sculos, permite el movimiento del brazo a lo largo de m?ltiples planos de movimiento, lo que lo convierte en uno de los huesos m?s libres del cuerpo humano.
Visto por primera vez a principios del per?odo Dev?nico, hace unos 400 millones de a?os, el h?mero hizo su aparici?n inicial entre los tetr?podos similares a peces. Estas primeras extremidades anteriores eran demasiado gruesas y torpes como para haberlas usado para caminar, y probablemente se emplearon para navegar obst?culos y corrientes bajo el agua. Con el paso del tiempo, estos ap?ndices rechonchos fueron reemplazados por miembros robustos y completamente formados que habr?an permitido que los primeros tetr?podos viajen entre cuerpos de agua disminuidos durante los per?odos secos.
La mayor?a de las versiones modernas del h?mero se han alargado un poco, pero por lo dem?s han cambiado poco desde la forma inicial. Estructuralmente, el h?mero consiste en un centro cil?ndrico largo denominado di?fisis, con extremos agrandados conocidos como ep?fisis. La ep?fisis que se ajusta a la articulaci?n del encaje en el hombro tiene forma de bola y generalmente se denomina cabeza humeral. La ep?fisis inferior, conocida como el c?ndilo, tiene una variedad de estructuras para facilitar el movimiento de los huesos y tendones articulados del antebrazo.
En ni?os y adolescentes, existe una zona de divisi?n celular r?pida entre la difisis y la ep?fisis conocida como placa epifisaria o placa de crecimiento. Esta es una regi?n de divisi?n celular r?pida donde se produce el alargamiento del hueso durante los per?odos de crecimiento. La placa de crecimiento es vulnerable al trauma y es un sitio de fractura com?n entre los ni?os. Una vez que se completa el crecimiento, esta zona cesa su aceleraci?n caracter?stica de la divisi?n celular, y se denomina l?nea epifisaria.
El h?mero es similar a otros huesos largos en composici?n y estructura. La superficie exterior es rugosa e irregular, y contiene m?ltiples epic?ndilos, procesos y fosas para facilitar la uni?n de m?sculos y tendones. Al igual que otros huesos, tiene una capa externa e interna de tejido conectivo. La capa externa, conocida como periostio, contiene fibroblastos y terminaciones nerviosas, lo que la hace muy sensible a las lesiones o la manipulaci?n. Esta capa de tejido conectivo es responsable de la generaci?n de nuevas c?lulas durante el crecimiento ?seo o la curaci?n.
Debajo del periostio se encuentra el endosteo. El endosteum es una membrana fibrosa resistente que rodea el propio tejido ?seo. Dentro del hueso, el tejido esponjoso est? impregnado de m?dula ?sea, donde se fabrican huesos, linfa y c?lulas sangu?neas. Una red de canales de interconexi?n atraviesa el hueso y act?a como canales para los vasos sangu?neos que transportan ox?geno y nutrientes.
Las fracturas de la parte superior del brazo se clasifican como proximales, medianas o distales. Las fracturas proximales ocurren en o cerca de la articulaci?n del hombro, y pueden involucrar los m?sculos del manguito rotador. Las fracturas del eje medio generalmente ocurren a lo largo de la porci?n larga del hueso y es m?s probable que afecten al nervio radial, que sirve a gran parte del brazo. Las fracturas distales tienen lugar cerca de la articulaci?n del hombro y son poco frecuentes entre los adultos. Las fracturas humerales a menudo se tratan con una honda o un aparato ortop?dico, y todas, excepto las m?s graves, generalmente sanar?n bien sin cirug?a.