¿Qué es la enterogastrona?

Una enterogastrona es una hormona producida en el duodeno del tracto intestinal para facilitar ciertos procesos digestivos. Estas hormonas responden a factores ambientales como la presencia de quimo, alimento parcialmente digerido que contiene una variedad de lípidos y otras moléculas junto con secreciones como la bilis. Es posible medir los niveles de enterogastrona en un paciente con un trastorno digestivo para aprender más sobre los orígenes del trastorno y cómo afecta la digestión del paciente. Las pruebas de sangre, así como las pruebas directas a través de procedimientos endoscópicos, están disponibles para diferentes aplicaciones médicas.

Las células que producen estas hormonas se encuentran en la pared duodenal y tienen receptores que se unen a varios componentes del quimo. Algunos ejemplos de enterogastronas incluyen colecistoquinina y secretina. Los niveles de varias hormonas pueden fluctuar en respuesta a las condiciones cambiantes dentro del duodeno, y tienden a aumentar durante la digestión, mientras que se caen en otros momentos porque el tracto digestivo es menos activo durante estos períodos.

Una cosa que puede hacer una enterogastrona es producir condiciones alcalinas para contrarrestar los ácidos en el duodeno. Estas hormonas también pueden reducir las secreciones de bilis y otros compuestos mediante la señalización de otras células en el tracto digestivo. Algunos reducen la motilidad, mientras que otros pueden comunicarse para desencadenar la producción y liberación de hormonas como la insulina. La digestión es un proceso extremadamente complejo y multifásico que involucra decenas de señales de hormonas como los enterogastrones.

Algunas de las hormonas enterogastronas se encontraban entre las primeras identificadas y definidas por investigadores médicos. El estudio del tracto digestivo reveló la naturaleza de las relaciones entre diferentes hormonas, enzimas y otros compuestos e ilustró cómo interactuaban para promover la digestión. Esta investigación también demostró lo que sucede cuando los pacientes tienen trastornos congénitos que interrumpen la producción de enzimas y hormonas clave, cambiando la forma en que digieren los alimentos.

Los errores en la digestión a veces pueden ser el resultado de una mayor o menor producción de hormonas. Si un médico sospecha un desequilibrio hormonal, el paciente puede necesitar algunas pruebas para obtener más información. Estos pueden incluir pruebas de ayuno para detectar niveles después de un período de no comer, así como pruebas de desafío después de comer para ver cómo cambian los niveles. Los médicos también pueden introducir hormonas de enterogastrona al paciente en las pruebas para ver cómo responde el cuerpo a ellas, para determinar si un trastorno es causado por la insensibilidad a una hormona en particular o para desencadenar un evento como la liberación de bilis para ver cómo el tracto biliar del paciente se comporta