El ejercicio tiene muchos beneficios conocidos, desde mejorar la fuerza y ??la flexibilidad hasta ayudar a la aptitud cardiovascular. Un componente importante de la aptitud cardiovascular que mejora con la participaci?n en un programa de ejercicio regular es la salud respiratoria. El sistema respiratorio humano y el ejercicio est?n vinculados porque ese ejercicio fortalece la capacidad del cuerpo para utilizar eficientemente el ox?geno, un gas que llega al torrente sangu?neo a trav?s del intercambio con di?xido de carbono en los pulmones.
Compuesto por las v?as respiratorias (los conductos respiratorios, la cavidad nasal y la boca, la faringe o la garganta y la tr?quea o la tr?quea) y los pulmones, el sistema respiratorio es responsable de eliminar el ox?geno del aire inhalado mientras expulsa di?xido de carbono del cuerpo a trav?s de la exhalaci?n. aire. El ox?geno es vital para varios procesos corporales importantes, particularmente el metabolismo celular, mientras que el di?xido de carbono es un producto de desecho de estos procesos. El sistema respiratorio funciona en conjunto con el sistema cardiovascular para suministrar ox?geno a trav?s de la sangre a los tejidos del cuerpo y devolver el di?xido de carbono de los tejidos a los pulmones para su eliminaci?n del cuerpo.
C?mo se conectan el sistema respiratorio y el ejercicio no puede explicarse sin una explicaci?n de la funci?n del sistema cardiovascular. El coraz?n bombea para hacer circular la sangre que ha recibido ox?geno en los pulmones por todo el cuerpo, mientras que tambi?n cicla la sangre desoxigenada, o sangre que ha depositado ox?geno y regres? con di?xido de carbono, de regreso a los pulmones. Una vez de vuelta en los pulmones, la sangre absorbe un cierto porcentaje del ox?geno disponible en un volumen dado de aire inhalado. Esta extracci?n de ox?geno ocurre dentro de los alv?olos, peque?os sacos en los pulmones que est?n impregnados por capilares; los capilares alimentan los vasos sangu?neos m?s grandes que llevan brevemente la sangre oxigenada de regreso al coraz?n, que luego la bombea al cuerpo.
El ejercicio mejora no solo el volumen de ox?geno que se puede extraer del aire en los pulmones, sino tambi?n la cantidad de ox?geno que el sistema cardiovascular puede entregar a los tejidos del cuerpo y la cantidad que consumen esos tejidos. El entrenamiento cardiovascular le permite a un individuo tomar un mayor volumen de ox?geno en un volumen determinado de sangre, lo que significa que el coraz?n puede satisfacer las necesidades de ox?geno del cuerpo con una menor cantidad de sangre bombeada fuera del coraz?n, expresada como una frecuencia card?aca m?s baja en latidos por minuto. Tambi?n contribuye a un mayor n?mero de gl?bulos rojos, que contienen una prote?na llamada hemoglobina a la que se une el ox?geno para ser transportado por todo el cuerpo. M?s gl?bulos rojos significa m?s ox?geno que puede ser entregado a los tejidos en un volumen dado de sangre.
Otro v?nculo entre el sistema respiratorio y el ejercicio es el efecto del di?xido de carbono en los vasos sangu?neos. Durante el ejercicio, el metabolismo celular aumenta, lo que significa simplemente que se debe consumir una mayor cantidad de ox?geno para satisfacer las necesidades de energ?a del cuerpo y, por lo tanto, se expulsa una mayor cantidad de di?xido de carbono en comparaci?n con los niveles de reposo. Esta mayor presencia de di?xido de carbono en los vasos sangu?neos hace que se dilaten o se expandan en di?metro. Como resultado de esta vasodilataci?n, un mayor volumen de sangre y, por lo tanto, ox?geno puede llegar a los tejidos que lo demandan. Esto significa que las personas en forma disfrutar?n un beneficio m?s de esta relaci?n positiva entre el sistema respiratorio y el ejercicio: no solo una frecuencia card?aca en reposo m?s baja, sino una frecuencia respiratoria m?s lenta a medida que su cuerpo se vuelve cada vez m?s eficiente para absorber y consumir ox?geno.