Un mapa estratégico es una interpretación visual de los objetivos de una organización y los pasos necesarios para lograr estos objetivos. Estos mapas permiten a las empresas delegar mejor las responsabilidades y planificar los problemas a través de la comunicación visual. Las burbujas, cajas y otras formas están unidas en el mapa por flechas que representan el progreso. Usados en una variedad de industrias, los mapas estratégicos muestran pensamientos, planes e intenciones. Hay muchas formas de crear mapas, desde usar una computadora hasta simplemente dibujar a mano alzada.
El mapa estratégico fue concebido por primera vez en 1992 por Robert Kaplan y David Norton como el Balanced Scorecard. Durante la década siguiente, el equipo alteró significativamente el cuadro de mando y surgió en 2001 con lo que ahora se conoce como un mapa estratégico. La nueva herramienta de gestión está diseñada para ayudar a las organizaciones a equilibrar el enfoque y la alineación con los objetivos.
El mapa de estrategia tradicional enumera todas las personas, procesos y estrategias actuales de una empresa en un extremo de un gráfico y el objetivo o resultado final en el lado opuesto. Estos cuadros normalmente son una sola página, pero pueden ocupar varias páginas y fluir de lado a lado o de arriba a abajo. El creador tiene la libertad de designar el flujo direccional y los símbolos utilizados. Puede haber cualquier número de símbolos utilizados entre el inicio y el final del resultado, pero todos los pasos se vincularán entre sí mediante flechas, que mostrarán a los lectores cada paso del proceso.
El desarrollo de conceptos y la ingeniería de procesos son elementos importantes en la construcción de un mapa estratégico. Construir un mapa significa aprender cada trabajo en el mapa y saber cómo cada uno progresa lógicamente y trabaja con los otros trabajos en el tablero. El resultado será una combinación de cronogramas, estrategia corporativa y descripción del trabajo. El resultado ideal será una hoja de referencia rápida para mantenerse en la tarea durante un trabajo.
Los mapas de estrategia se pueden usar en cualquier entorno, pero tradicionalmente se usan para expresar cuatro objetivos comerciales principales. Los objetivos financieros son los más comunes, y el mapa muestra los pasos necesarios para mejorar la posición financiera de una empresa. La perspectiva del cliente es otro uso común, porque muestra lo que los clientes quieren y esperan en una empresa, así como también cómo se pueden cumplir esos objetivos. El proceso interno es otro uso clave porque el mapa mostrará cómo una empresa realiza actualmente una o más tareas y detallará cómo esas tareas pueden realizarse de manera más eficiente o un cambio en la estructura. El aprendizaje también es un uso común de los mapas porque muestra una habilidad que necesita ser alcanzada y los pasos necesarios para comprenderla completamente.
Hay una variedad de formas de crear un mapa estratégico. Existen varios programas de computadora que permiten a los usuarios dibujar mapas de una variedad de plantillas y realizar cambios rápidos. También se puede dibujar a mano un mapa estratégico en un retroproyector o en una hoja de papel. No importa cómo se cree el gráfico, su simplicidad y comunicación visual ayudan a los lectores a comprender mejor los objetivos.
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