Un salario máximo es un límite legal sobre la cantidad de dinero que un individuo puede ganar como salario. Es un concepto económico diseñado para combatir la desigualdad de ingresos y la inflación. La noción de un salario máximo está funcionalmente relacionada con un salario mínimo, que es el salario por hora más bajo que los empleadores pueden pagar a los empleados según la ley. Si bien la ley del salario mínimo es común en la mayoría de las principales economías para proteger el nivel de vida del país, la ley del salario máximo aún no se ha implementado ampliamente en los países que adoptan el capitalismo.
La desigualdad de ingresos es un problema que los gobiernos enfrentan como parte de una agenda de bienestar social. Cuando la disparidad entre lo que ganan los asalariados más bajos y los que ganan más se vuelve demasiado grave, empuja a la sociedad a una estructura de dos niveles. Hay gente pobre y gente rica, y una reducción de la «clase media». Este tipo de desarrollo económico está maduro para el malestar social.
Por ejemplo, en los Estados Unidos, algunas corporaciones pagan a sus directores ejecutivos (CEO) hasta 300 veces el salario de sus trabajadores peor pagados. Muchos economistas promueven una disparidad salarial en los niveles más altos de no más de 25 veces los trabajadores peor pagados. Algunos expertos creen que la creciente disparidad salarial es parte de la raíz de la corrupción corporativa, las crisis del mercado, las recesiones económicas y una mayor inflación.
En países con economías basadas en el capitalismo, es difícil promover un esquema que limite la capacidad de una persona de ganar tanto como pueda. Tal propuesta puede parecer, en apariencia, anticapitalista y contraria a los valores de un sistema de libre mercado. Las propuestas gubernamentales que parecen basarse en nociones de compartir la riqueza a menudo se etiquetan con la etiqueta «socialista». En cambio, los políticos ocasionalmente hacen propuestas de salarios máximos para limitar los ingresos de ciertos segmentos de la sociedad, como los CEO de las grandes corporaciones. Por ejemplo, el gobierno de un país puede rescatar a una industria en particular, como la industria bancaria, y plantear la idea de limitar los salarios de los ejecutivos de esa industria como consecuencia de aceptar dinero público.
Aunque la ley de salario máximo no es un enfoque favorecido en la mayoría de los países de libre mercado, se ha propuesto con éxito en países que siguen un modelo más socialista. Venezuela, por ejemplo, puso en vigencia una ley de salario máximo para los trabajadores del gobierno. Exigía que los salarios públicos no pudieran ser más de un cierto porcentaje más altos que el salario mínimo.
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