¿Qué es el trastorno de identidad disociativo?

El trastorno de identidad disociativo, también conocido como TID, es uno de los trastornos mentales más conocidos, popularizado por la ficción y el cine. Aunque controvertido durante años, ha sido aceptado como una enfermedad real por la profesión médica. Si bien la realidad de la enfermedad está lejos de lo que la gente suele ver en la ficción, la verdad es que los casos de este trastorno se diagnostican en todo el mundo todo el tiempo. También se conoce como trastorno de “personalidad dividida” o de “personalidad múltiple”.

Alguien que tiene TID muestra una serie de personalidades completamente diferentes, algunas de las cuales son secundarias y otras que asumen el control regularmente, en diferentes momentos o durante diferentes situaciones. Una persona que sufre de un trastorno de identidad disociativo a menudo conserva su identidad original y adopta otras adicionales que «toman el control», según las circunstancias.

Diagnosticar el trastorno de identidad disociativo es extremadamente complejo. Los psiquiatras utilizan pautas específicas cuando buscan signos del trastorno, incluidos los períodos de pérdida de conocimiento, el «tiempo perdido» y la presencia de identidades distintas que desconocen la existencia del otro.

La controversia de la personalidad múltiple ha existido desde que la enfermedad se estudió seriamente por primera vez a mediados del siglo XX. Muchos expertos creen que no es un trastorno real sino una manifestación de otros trastornos mentales. Otros expertos argumentan que el trastorno puede ser una forma de que la mente esconda el abuso pasado o se engañe a sí misma para olvidar ciertos eventos. El diagnóstico de TID «puro» sigue siendo raro.

Una persona que sufre de trastorno de identidad disociativo a menudo cambia de personalidad durante momentos de estrés o situaciones difíciles que su subconsciente cree que no puede manejar. Las personalidades múltiples tienden a ser absolutamente diferentes entre sí, por lo que, por ejemplo, una persona que tiene una personalidad sumisa en la vida real puede tener una personalidad alternativa que es fuerte y obstinada, y otra que es mandona y dominante. Tampoco es raro que las personalidades sean de diferentes edades, y la aparición de personalidades de adolescentes o niños en los adultos es algo común.